La familia del exdiputado colombiano Odín Sánchez Montes de Oca, secuestrado en abril pasado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras canjearse por un hermano suyo, anunció que hará una rifa para reunir parte de la millonaria suma de dinero que esa guerrilla exige como rescate.Odín se canjeó por su hermano Patrocinio Sánchez, quien recuperó la libertad el pasado 3 de abril, aquejado por delicados problemas de salud, después de permanecer casi tres años secuestrado por el ELN, la segunda guerrilla de Colombia.Podría leer: Liberación con ‘cambiazo‘ en ChocóPara liberar al secuestrado esa guerrilla exige un rescate de 3.000 millones de pesos (unos 972.690 dólares), según medios locales.Astrid Sánchez, hermana de Odín y Patrocinio, explicó a Caracol Radio que desde la mañana del jueves empezarán a vender los 1.000 números de la rifa de un automóvil y dos motocicletas, con la que aspiran a juntar unos 500 millones de pesos (unos 162.115 dólares).Sánchez, que fue senadora, indicó que familiares y amigos se han sumado a las gestiones para reunir el dinero del rescate con la venta de comidas típicas."Ellos nos dan los recursos para que nosotros tratemos de sumar la plata que necesitamos para tener a Odín de regreso", declaró a la emisora.Le recomendamos: ¿Cambiazo en el Chocó pone en aprietos proceso de paz con el ELN?"Sabemos que esa cantidad que vamos a reunir no es suficiente para la liberación, pero no podemos ser inferiores al gesto de la gente que nos da ideas de cómo obtener estos recursos económicos", agregó.Patrocinio Sánchez fue alcalde de Quibdó, capital del departamento de Chocó, entre el 2001 y el 2003, y gobernador de esa región desde el 2008 hasta el 2010, cuando fue condenado a 18 meses de cárcel por la Corte Suprema de Justicia por irregularidades en contratos de salud que firmó en calidad de burgomaestre.El gobierno colombiano y el ELN anunciaron el pasado 31 de marzo en Caracas que iniciarán en Ecuador una fase pública de diálogos de paz, pero hasta ahora las conversaciones no han comenzado ante la negativa de esa guerrilla a abandonar la práctica del secuestro, una de las exigencias hechas por el presidente Juan Manuel Santos.