El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fue una de las piezas económicas clave en la puesta en marcha del proyecto Hidroituango, pues le prestó a EPM 1.000 millones de dólares para el financiamiento parcial de la obra. A esta instancia se dirigió el Movimiento Ríos Vivos, en el que se agremia gran parte de los damnificados de la crisis que se vive en Antioquia por el problema en la represa.En un comunicado, Ríos Vivos solicita una rendición de cuentas que indague si el “BID, tanto su brazo público como privado, cumplió o no sus propios estándares sociales y ambientales a la hora de intervenir el proyecto”, esto argumentando que el organismo internacional busca que los proyecto de los que hace parte sean sostenibles, participativos y respetuosos de la legislación nacional.También puede leer: ¿Qué pasa en Hidroituango?: Luis Pérez contra EPM“El proyecto no contó con una evaluación de impacto ambiental adecuada, no permite la participación de las comunidades ni el acceso a información, y se ha desarrollado en un contexto de violaciones a derechos humanos y uso desproporcionado de la fuerza. Así mismo, ha puesto en peligro la vida de miles de personas, que han tenido que ser evacuadas de forma improvisada por la crisis de la presa. Esto contradice los estándares sociales y ambientales que el BID debe aplicar en sus intervenciones”, argumenta el Movimiento en su queja.Además se rechaza la manera en que inundó el área de 79 kilómetros en el que está el embalse, pues no se retiró la capa vegetal y se argumentó que no se reubicó ni recompensó a las comunidades.Las quejas de Ríos Vivos cobran importancia porque más de 2.000 personas ajustan casi un mes en los albergues dispuestos en Valdivia, cabecera municipal de la que hace parte el corregimiento Puerto Valdivia. Allí viven en condiciones difíciles, pues han empezado a enfermar niños y son sometidos a la incertidumbre de no saber qué sucederá con sus viviendas.Hay que aclarar que desde hace varios años el Movimiento Ríos Vivos ha hecho gran oposición a Hidroituango, señalando que la zona era geológicamente inestable y, además, que en la zona de inundación había grandes fosas comunes con los cuerpos de personas asesinadas por grupos paramilitares. Nunca se les escuchó.EPM responde al gobernadorPor otro lado, EPM le salió al paso a una carta del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, en la que afirmaba que la comisión de ingenieros estadounidenses que viajó para conocer el estado del proyecto había dicho que el llenado prioritario de la presa se había hecho con materiales que no cumplían con los estándares internacionales.En contexto: Hidroituango, entre el ruido político y la cautela empresarialJorge Londoño de la Cuesta, gerente de EPM, aseguró en rueda de prensa: “En términos generales avalan que hayamos desviado el agua por la casa de máquinas y entre las recomendaciones que nos hacen, nos dicen que continuemos con lo que estamos haciendo, que tengamos preparado el vertedero para actuar cuando se presenten los riesgos”, y agregó que todas las recomendaciones entregadas por los expertos las han incluido en la actividad cotidiana, “así como el monitoreo el embalse, por ello se creó el Centro de Monitoreo e Información de Alerta”.Por otro lado, Luis Fernando Restrepo, gerente de Infraestructura y Diseño de la firma de consultoría Integral —donde nació el proyecto Hidroituango hace mas de 40 años y que ahora son asesores de EPM—, dijo: “La geometría que se le dio al lleno prioritario no era la que se hubiera querido pero no había más que hacer, eso es lo que dice el informe. Los materiales son los idóneos pero la forma en que se alcanzó la cota 410 no, pues era un proceso de emergencia, por eso se dieron las filtraciones que hoy registramos, algo normal y que ya se está mitigando”.Por otro lado, la preocupación por la emergencia en Hidrotiuango llegó a la reunión de ministros este martes, donde el presidente Juan Manuel Santos reiteró la orden de reforzar el sistema de monitoreo de Hidroituango con el fin de aumentar la capacidad de prever eventos riesgosos y mantener calibrados los niveles de alerta las 24 horas al día, 7 días de la semana, consejo que fue dado por los grupos de ingenieros del ejército de Estados Unidos y de la ONU.