A través de un comunicado de prensa, la Federación Nacional de Cafeteros informó sobre la renuncia de su máxima autoridad, el gerente general Roberto Vélez Vallejo.

De acuerdo con la entidad, el ahora exgerente del gremio, dio a conocer la noticia oficialmente en el marco del 90 Congreso Nacional de Cafeteros y aseguró que el cambio de liderazgo se hará de forma pausada y ordenada.

“Este paso al costado abre un espacio para que, de manera armónica con el actual Gobierno, el gremio siga trabajando por el bienestar de las 540.000 familias caficultoras del país, razón de ser de la institucionalidad cafetera”, dijo Vélez.

También afirmó que deja un gremio “unido” y “un Comité Directivo que sabe trabajar en equipo y tiene clave el direccionamiento institucional, un Congreso Nacional de Cafeteros que sabe para dónde va y promueve las políticas a largo plazo”.

La entidad además informó que el líder gremial hará el paso a su sucesor de forma ordenada y pausada, “en virtud del cual el Congreso Nacional de Cafeteros elegir al nuevo gerente general en los próximos meses, pensando siempre en lo mejor para los caficultores, para seguir direccionando a la FNC, al gremio y al sector, por la senda de crecimiento y sostenibilidad, como confirman hoy los buenos resultados”.

Estos resultados, informó el Congreso, muestran una cosecha valorada en 14.5 billones de pesos, exportaciones entre enero y octubre por 3.748 millones de dólares, un precio promedio de compra pagado por la FNC entre enero y septiembre de 2.440.000 pesos por carga y primas a cafés especiales récord por 32.684 millones de pesos.

Vale la pena resaltar que, tras la instalación del Congreso este miércoles, Roberto Vélez, y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, informaron que el precio del grano tuvo un repunte en el mercado interno, al ubicarse en 1.997.000 pesos, acercándose así -de nuevo- a los dos millones de pesos, de donde ya se estaba bajando.

En las intervenciones ante el ministro Ocampo, los caficultores no solo pusieron el sombrero para hacer sendas peticiones, sino que también el gerente de la Federación habló del gremio como un grupo pobre, al poner cifras como esa que dice que 295.000 productores de ese cultivo realizan su actividad en menos de una hectárea y 330.000 recibieron al menos un subsidio. En contraste, habló también de 2022, como un año único para los cafeteros, con una cosecha valorada en 14,5 billones de pesos, lo que ubica a esa rama de la agricultura como una impulsora del sector y de las exportaciones (3.800 millones de dólares vendidos en el exterior).

Aun así, se declaran -de antemano- afectados por el incremento del salario mínimo, si es que la cifra llegara a bordear el 20 % como rumoran algunos.

Este jueves está previsto que se dé a conocer una de las dos variables claves para establecer el monto definitivo. El Dane destapará ante la mesa de concertación de política salarial el número esperado, el cual se cotejará con el de la inflación observada en el año, para llegar así a una propuesta que permita reducir el riesgo de que los colombianos pierdan el poder adquisitivo debido a la carestía.

Según Vélez, el costo de la mano de obra representa el 65 % del costo de producir el café, por lo cual, un incremento alto del salario mínimo sería un golpe adicional a la ya menguada senda de los productores del grano, que han tenido una descolgada del precio en la Bolsa de Valores, desde 2,4 dólares por libra donde llegó a estar, a 1,7 dólares, lo que representa 70 centavos de dólar por libra.

“Con un incremento del 20 % del salario mínimo, o cercano, significaría un costo sustancial, al ya elevado costo de la caficultura, que ha estado afectada por el precio de los insumos, entre otros”, dijo.