Este miércoles, el excandidato presidencial Rodolfo Hernández se estrenó como senador de la oposición. Llegó al Congreso acompañado de su hijo Rodolfo José y fue recibido por ciudadanos que le pidieron fotografías mientras caminaba por el Capitolio. En el recinto, el ingeniero santandereano fue ubicado en la curul 21.
Al hombre que obtuvo más de 10 millones de votos en la segunda vuelta presidencial, en la que compitió con Gustavo Petro, se le vio solo e incómodo. Allí vivió en carne propia lo que había pronosticado: un Congreso desordenado, donde nadie escucha. “Tiene más orden una corraleja que la sesión de apertura del Senado, pobre mi país”, dijo en Twitter.
Sus palabras evidenciaron que el exalcalde de Bucaramanga, difícilmente, permanecerá en el Congreso durante cuatro años. Y menos sobrellevando unas maratónicas jornadas a las que no está acostumbrado. El ingeniero suele irse a descansar a las siete de la noche, según cuenta su esposa, Socorro Oliveros.
Por eso, algunos de sus más cercanos colaboradores le anticiparon a SEMANA que el paso de Hernández por el Congreso será fugaz. Pronostican que estará allí unos cuatro meses. El ingeniero no se ha referido al tema, aunque su familia es testigo de que el Senado no estaba entre sus planes.
Al exalcalde le gusta dirigir y ver cristalizados sus proyectos. En ingeniería civil aprendió a soñar y construir. En el Congreso, su papel será tímido porque, así hable duro, su voz será una más entre centenares. Además, en el Legislativo también hay gladiadores políticos que estarán listos para refutar lo que diga.
Una cosa es Hernández en una campaña presidencial y otra en un Congreso donde, en ocasiones, escasean los argumentos y se impone el que más show haga o más duro hable. En su primer día en el Senado, Hernández optó por mantener un perfil bajo.
No habló en calidad de opositor. Ni siquiera lo hizo cuando el grueso de los partidos postuló el nombre de Roy Barreras como presidente del Senado. En campaña, Hernández calificó al congresista de ser “un criminal”, luego de la divulgación de los ‘petrovideos’. Prueba del desinterés que le genera el Congreso al ingeniero –quien votó en blanco la presidencia del Senado– es que no ha conformado su equipo de trabajo.
Sneider Robles, su jefe de comunicaciones, fue el primero en ser designado. Hoy, están en la búsqueda de abogados expertos en Ley 80 y administradores públicos que le permitan rastrear los temas de corrupción.
El excandidato tampoco radicó sus iniciativas en la Secretaría General del Senado, como suelen hacer varios parlamentarios el primer día de su posesión. Hernández no quiere más leyes. Dice que en Colombia hay muchas que no se aplican.
Él quiere protagonizar un papel de veedor. “Yo no sé si el presidente Duque, en su discurso, describe a Suiza o Dinamarca, porque en Colombia hay 22 millones de pobres muriendo de hambre”, afirmó ese día en redes sociales. Por ahora, el excandidato estará en la Comisión Primera del Senado, donde se estudian las reformas constitucionales.
SEMANA conoció que una de las razones que llevaron a Hernández a llegar al Congreso fue la necesidad de obtener la personería jurídica de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, el movimiento ciudadano que le permitió competir por la presidencia, tras recoger firmas.
Sus asesores le recomendaron posesionarse como senador para que facilitara la consolidación del partido y le pidieron que se declarara en oposición a Petro, pese a que el excandidato había anunciado su independencia con el nuevo Gobierno.
La estrategia es obtener la legitimidad de la Liga argumentando que Hernández es el único senador, con más de 10 millones de electores, contradictor al nuevo Gobierno, que no tiene partido. La solicitud fue presentada al Consejo Nacional Electoral (CNE) en un documento de 135 páginas que elaboró la firma jurídica Consilio Abogados.
El abogado David Salazar Ochoa presentó la solicitud, que le correspondió estudiarla por reparto al magistrado Virgilio Almanza, quien espera rendir ponencia en dos semanas y someter su decisión ante la sala plena del CNE.
Si le entregan la personería en cuestión de semanas, algunos de sus asesores estiman que Hernández podría darse un tiempo corto de exposición nacional y, posteriormente, regresaría a Santander para aspirar a la Gobernación.