En medio de la expectativa por la decisión que tomará en los próximos días la Corte Constitucional sobre si el aborto debe ser despenalizado en el país, varios líderes políticos han expresado sus posiciones al respecto, algunos a favor y otros en contra.

En horas recientes, el senador y precandidato presidencial Rodrigo Lara fijó su postura y realizó una llamativa propuesta. Lara propuso que sean las mujeres, mediante un plebiscito, las que tengan la última palabra sobre si el aborto se debe despenalizar o no.

“Yo convocaría un plebiscito y les preguntaría a los colombianos, pero no a todos los colombianos. Haría un plebisicito en el que participarían solo las mujeres para que decidan este asunto tan espinoso como el aborto libre y la despenalización del mismo”, dijo.

Lara manfestó que, si llega a ser presidente, no podría tomar una posición sobre el aborto que vaya más allá de las tres causales establecidas en 2006 por la Corte (si el embarazo es producto de una violación, pone en riesgo la vida de la madre o del menor o enfermedad grave o malformación del feto). Dijo, además, que este es un tema que divide “profundamente” a la sociedad colombiana.

“Un presidente deber ser muy cauto y gobernar por el bien de todos. Es decir, gobernar por el bien de las mujeres proaborto, como también gobernar por la iglesia o gobernar por los pastores y las personas que son antiaborto. Un presidente representa la unión nacional de un país. Yo, como presidente, no podría tomar una posición más allá de las tres causales que ya existen en el ordenamiento jurídico colombiano”, dijo.

Y agregó: “Ir más allá es un asunto que puede dividir profundamente la sociedad. Nada divide a la sociedad que asuntos de esta naturaleza, en particular el aborto”.

El pasado miércoles, en entrevista con Vicky en SEMANA, el magistrado de la Corte Constitucional Alejandro Linares se refirió a la determinación que tomará en los próximos días el alto tribunal sobre el aborto. Linares afirmó que en ocasiones, por los cargos que ostentan, lo mejor es aislarse de la sociedad para no caer en incidencias que puedan favorecer una u otra percepción, aunque aclaró que este panorama no es tan sencillo y que también es bueno escuchar las diferentes posiciones.

“A los magistrados nos toca volvernos monjes. Tratar de no tener vida social y no salir. Tratar de refugiarnos en nuestras propias casas para evitar ese tipo de conversaciones, sugerencias que a uno le hacen sobre ciertos casos”, aseguró Linares.

Manifestó que la discusión sobre este tema es un “chicharrón grande”. “En ese tema uno escucha múltiples opiniones. Gente muy cercana a uno, como la mamá que le dice que es una locura despenalizar el aborto, o los hijos que dicen: ‘papá, estoy de acuerdo contigo’, o ‘no lo estoy’. Cada individuo tiene una visión muy personal de lo que debería ser un fallo de la Corte”, relató el magistrado, quien dijo que lo importante es escuchar las diferentes posiciones, pero actuar en derecho.

“Uno no puede dejar de escuchar a la gente. Creo que la labor más importante de un magistrado es escuchar la gente, escuchar a todo el mundo y después fallar sin presiones, como manda la Constitución”, subrayó.