Nadie ha podido olvidar el nombre de Romaña después de que en el 2000 protagonizó la pesca milagrosa en la vía al Llano, en la que secuestró a más de 20 personas, entre ellas a cinco ornitólogos norteamericanos. A partir de ese momento el excomandante del Bloque Oriental se convirtió en el cerebro detrás de la mayoría de secuestros que se ejecutaron en el centro del país. De ahí, la importancia del testimonio que el exguerrillero de las Farc entregue a la Jurisdicción Especial de Paz en el marco del caso 001. Su versión, por ahora, tendrá que esperar. El temido exjefe guerrillero no llegó a su cita con la Sala de Reconocimiento de Verdad y, por el contrario, pidió que se posponga su comparecencia argumentando problemas de seguridad. Refugiándose en el mismo tono de Iván Márquez, su abogado aseguró que "no pudo asistir porque corren peligro su vida y la de su familia por amenazas de grupos armados, disidencias de las Farc y delincuencia común". En video: con las objeciones a la JEP qué tanto agonizará la paz En el documento, divulgado este miércoles, la defensa explicó que Henry Castellanos Garzón le ha estado hablando de la "inseguridad jurídica de los excombatientes por las objeciones presidenciales al proyecto de ley estatutaria de la JEP". Se trata del primer incumplimiento del excombatiente al que se le perdió el rastro en septiembre pasado. Habrá que ver si la Sala decide, como ocurrió con el exjefe de la negociación de las Farc en La Habana, posponer su comparecencia. Y es que, entre otras cosas, el abogado aseguró que Romaña "le reiteró su compromiso con la dejación de armas y con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición". La primera vez que el país oyó su nombre fue en abril de 1998. En ese tiempo el exjefe guerrillero montó varios retenes en la vía Bogotá-Villavicencio y secuestró un grupo numeroso de personas, entre ellas cuatro norteamericanos. El entonces comandante del frente 53 de las Farc amenazó con ‘ajusticiar‘ a los extranjeros si comprobaba que eran espías estadounidenses. Se trata del primer incumplimiento de Romaña al que se le perdió el rastro en septiembre pasado. Habrá que ver si la Sala decide, cómo ocurrió con Iván Márquez, de posponer su comparecencia para otro día. El ataque a Mitú (Vaupés) fue la acción terrorista que ubicó a Romaña como uno de los jefes importantes dentro de la extinta guerrilla. En diciembre del 2009 fue condenado en ausencia a 40 años de cárcel al ser hallado culpable por este ataque, que provocó las muertes de 29 militares. En febrero del 2008, recibió otra condena de 40 años de prisión por el delito de secuestro por el caso del plagio de un exalcalde de Soacha, ocurrido en octubre de 1996. Solo en la justicia ordinaria Romaña tenía más de 70 procesos en su contra por secuestro, terrorismo, narcotráfico y homicidio. Le recomendamo: La paradoja del uribismo, la JEP no puede obligar al Paisa a comparecer dado que la ley estatutaria está en suspenso Pero Romaña no es el único exjefe de las Farc que enfrenta una carrera contrarreloj que terminará por definir su situación jurídica. El pasado lunes Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias el Paisa, tampoco asistió ni envió comunicación alguna para justificar su falta. Con ello, termina de llenar de motivos a la Unidad de Investigación y Acusación que viene adelantando un incidente de verificación de cumplimiento. Como van las cosas, el excomandante de la columna móvil Teófilo Forero sería el primero en quedar por fuera del sistema de justicia transicional, a menos, que lo salve un milagro. En el caso de Iván Márquez, le concedieron una nueva cita para el 2 de mayo de este año, conforme al plazo estipulado por la JEP, para recibir las versiones voluntarias de los 31 exmiembros del Estado Mayor Central, los máximos responsables en el caso 001 abierto por secuestro.