El ejercicio era sencillo: experimentar para establecer qué tan fácil es que un ladrón le rompa los vidrios del carro. Después de la grabación, el periodista y presentador Juan Diego Alvira comentó que, además de informar, el golpear algo también le sirvió para “sacar demonios”.

“Romper algo me permitió sacar demonios y desahogarme”, comentó, un día después de terminar la producción de su última pieza, en la que intentó explicar qué tan vulnerable puede ser un conductor a bordo de su vehículo. Intentó romper los vidrios de los carros con una cruceta, con una pistola traumática y con un trozo de bujía. Vea cómo le fue.

Las autoridades y los organismos de seguridad y justicia, no tienen un discriminado de cuántas víctimas ha dejado la modalidad de los rompevidrios. Sin embargo, el centro de pensamiento Futuros Urbanos sí tiene estadísticas y, según ellas, los números han venido bajando.

Su director, Ómar Oróstegui, dijo que los números han venido cayendo porque la gente está denunciando cada vez menos cuando son víctimas de esa modalidad de robo, pues consideran que están perdiendo el tiempo.

Juan Diego Alvira se cortó haciendo el ejercicio

Cuando el presentador le pegó a un vidrio con la cruceta, alcanzó a sufrir una pequeña cortada en su antebrazo, muy cerca a la muñeca. “Yo ni me di cuenta. Cuando sentí como un ardor en el brazo, noté que me había cortado con un vidrio y además tenía suelto el reloj”, contó Juan Diego después de haber impactado con fuerza la ventana lateral de la camioneta que se utilizó para la prueba.

La creciente ola de inseguridad empezó ya a causar incluso choques entre la alcaldía de Bogotá y el Gobierno nacional. La alcaldesa Claudia López reclamó medidas urgentes para que los jueces envíen a la cárcel a los delincuentes y expresó abiertamente su desacuerdo con la posibilidad de dejarlos en libertad, con el pretexto de que las cárceles están llenas.

El caso más reciente de los rompevidrios ocurrió en la calle 13 con Avenida Boyacá, donde delincuentes le robaron a los ocupantes de varios vehículos que estaban atrapados en el trancón. Las autoridades lograron, en tiempo récord, la captura de los responsables, después de ofrecer una recompensa de 20 millones de pesos por información que permitiera su detención.

Lo cierto es que los ciudadanos se preguntan cómo pueden protegerse. Pues Juan Diego Alvira se fue para un taller en el centro de Bogotá, donde instalan vidrios y películas de seguridad, para que la gente se pueda sentir cada vez más segura, pero, a decir verdad, nada es suficiente.

Inicialmente, Juan Diego tomó la porcelana de una bujía que, quienes saben, dicen que es el alma letal contra cualquier vidrio sin protección. El resultado fue que el vidrio inmediatamente se volvió pedazos cuando el presentador le lanzó la pequeña pieza con toda su fuerza.

El siguiente reto fue romper un vidrio panorámico que, por ser el primer escudo de protección del conductor y sus acompañantes, es un poco más robusto y tiene una seguridad especial. Inicialmente, lo intentó con una cruceta. El fuerte impacto alcanzó a rajar el vidrio, pero no lo rompió.

Después de eso trató de romper el mismo vidrio, pero esta vez utilizando una pistola traumática. El disparo le hizo un agujero, lo traspasó, pero no lo rompió en su totalidad.

Juan Diego intentó después de eso romper el vidrio delantero de una camioneta, que tenía una película de seguridad. Al primer golpe lo rompió y las esquirlas que lanzó la ruptura podrían ser peligrosas para las víctimas.

Después de eso, los expertos reforzaron la película de seguridad con una nueva lámina que le dio mucha más protección al vidrio que Juan Diego pretendía romper. Al sexto golpe finalmente pudo romperlo. Después hizo la misma prueba con una pistola traumática, y en ese caso el vidrio resultó ser bastante efectivo.

Por cuenta de los casos de inseguridad, que se han vuelto mucho más visibles por la influencia de las redes sociales, la gente está buscando alternativas para protegerse, y muchos han optado por acudir a las famosas películas de seguridad para los vidrios de los carros e incluso aumentar su opacidad.

De acuerdo con cifras de Futuros Urbanos, en el primer semestre de 2022 hubo 382 denuncias por hurto, bajo la modalidad de “rompimiento de vidrio”. La cifra es sustancialmente menor a la del primer semestre de 2019, cuando se denunciaron 722 robos de este tipo. El comparativo se hace con respecto a 2019 porque era una época de prepandemia.

El secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, invitó a los ciudadanos a que denuncien, porque sin eso las autoridades carecen de herramientas para la captura de los delincuentes. Explicó, por ejemplo, que la detención de los “rompevidrios” de la Boyacá con calle 13 fueron detenidos, gracias a la denuncia que interpusieron las víctimas y al rápido seguimiento de las autoridades, gracias a las cámaras de seguridad.

Sin embargo, después del recorrido, Juan Diego Alvira concluyó que es necesario que las autoridades tomen medidas para que a los ladrones les vuelva a dar miedo robar, pues hoy en día muchos saben que si los atrapan, muy probablemente quedarán libres.