SEMANA: ¿Cómo logra llegar a la presidencia del Senado?

ROY BARRERAS: Gracias a tres cosas. Primero, a un mandato popular exigiendo el cambio y que generó el triunfo del presidente Petro y nos dio las mayorías parlamentarias el 13 de marzo. Segundo, a la confianza del presidente electo. Y, tercero, a la confianza de mi bancada, bellísima, renovadora. A ellos les debo gratitud y el honor de su representación.

SEMANA: ¿Usted es el único capaz de capotear las grandes reformas en el primer año?

R.B.: Todos los congresistas nuevos tienen un liderazgo probado. A lo mejor la bancada quiso a alguien con la experiencia suficiente para cumplir el mandato popular. El cambio son las reformas.

SEMANA: Petro hizo un llamado para que sus iniciativas más profundas surtan su trámite en el primer año. ¿Cuáles son?

R.B.: Prioridad absoluta a la reforma tributaria. Hay que garantizar medidas contra el hambre en los primeros 100 días. Los subsidios que se aprobaron en el covid-19 dejarán de estar vigentes, y el riesgo del hambre, como ha dicho la FAO, se incrementa. Las familias están pagando los precios de los alimentos más altos de la historia por la importación de alimentos y fertilizantes, encarecidos con la guerra entre Rusia y Ucrania. Todo eso requiere recursos económicos de urgencia. Segunda prioridad: la reforma política anticorrupción, que está en el punto dos del acuerdo de paz. Hay que arrancar de raíz el sistema clientelar de compra y venta de votos y de listas abiertas penetrables por el narcotráfico, que pudren el sistema político. Hay que hacer lo que hicimos en el Pacto Histórico: listas cerradas que garanticen identidad y voto consciente de la opinión colombiana.

SEMANA: ¿Y la tercera?

R.B.: La reforma rural integral. Además, hay una reforma a la Policía para que sea parte del Ministerio de Paz, Seguridad y Convivencia. Asimismo, se propondrá la creación del Ministerio de la Igualdad, que estará a cargo de la vicepresidenta Francia Márquez. El año entrante, en el primer semestre, se tramitarán las reformas a la salud, pensional y laboral. Hemos acordado con la ministra designada de Salud, Carolina Corcho, una agenda de socialización y de construcción colectiva de dicha reforma.

SEMANA: Usted conoce como pocos el Congreso. La reforma tributaria entra con el objetivo de recaudar 50 billones. Después de la trasquilada, ¿en cuánto quedará?

R.B.: Esa es una buena pregunta para el ministro de Hacienda. 

SEMANA: Se ha anunciado una reforma al Congreso. ¿En qué consiste?

R.B.: La radicaremos el martes. Es una iniciativa parlamentaria. Vamos a radicar desde el Pacto Histórico una reforma al funcionamiento del Congreso. He dicho que vamos a trabajar el doble, que recortaremos las vacaciones, se propondrá un congelamiento de los salarios y, luego, probablemente, una rebaja salarial. Vamos a garantizar que no haya ausentismo, garantizaremos que el Congreso sea eficaz.

SEMANA: ¿En qué consiste su propuesta de sometimiento a los violentos?

R.B.: Hay dos caminos distintos. El DIH es el que permite mecanismos de justicia transicional exclusivamente para las insurgencias. Eso se traduce en una sola cosa: el ELN. Otro camino, que nada tiene que ver con la justicia transicional, es la justicia ordinaria, el Código Penal. Ese es el único camino que tienen las bandas relacionadas con el narcotráfico. El primer camino es si el ELN entiende que tiene quizás la última oportunidad de cesar el fuego y las hostilidades, parar la violencia, y si se allana a unos diálogos de paz que permitan llegar a unos acuerdos, como sucedió con las Farc. ¿Qué tipo de modificaciones o qué se requiere? Será el resultado de esa mesa de negociación, tal como ocurrió con las Farc. El otro punto es el sometimiento a la justicia penal ordinaria de los grupos criminales. Esa es la vía que establece desde hace dos décadas la Ley 418 de orden público y que probablemente haya que prorrogar porque se vence en diciembre. 

SEMANA: ¿Ahí cabrían el Clan del Golfo y demás organizaciones criminales que le enviaron una carta a Petro en la que manifiestan su disposición al diálogo?

R.B.: Ahí caben, hoy y siempre han cabido los grupos armados ilegales. Tienen la oportunidad del sometimiento a la justicia. La prórroga de la Ley 418, seguramente, permitiría, con ajustes normativos que están siendo revisados, que haya realmente un sometimiento colectivo.

SEMANA: ¿Está cerca una negociación con el ELN?

R.B.: Eso es del fuero presidencial. Soy respetuoso de las decisiones del Ejecutivo. Espero que así sea. Como negociador del acuerdo de paz con las Farc, del cese al fuego bilateral con el ELN hace cinco años y como presidente del Congreso, le pido al ELN que garantice su cese al fuego y de hostilidades, de manera que podamos iniciar los diálogos en el punto donde los dejamos hace cinco años en La Habana.

SEMANA: Después de posesionado Petro, ¿cree que el anuncio de los diálogos con el ELN será pronto?

R.B.: Espero que sí. Los ejes fundamentales de su gobierno son paz, justicia social y ambiental, y ha dicho: primero la paz. Y la paz, por supuesto, es la plena y el reinicio de los diálogos con el ELN. Eso, seguramente, estará en la agenda del mandatario en sus primeros días de gobierno.

SEMANA: ¿Petro logrará en cuatro años lo que consiguió Santos con las Farc?

R.B.: Espero que lo logre en menos tiempo. Esto nos permite pensar en un proceso de paz mucho más eficiente y más rápido.

SEMANA: Las Farc negociaron porque estaban débiles militarmente, pero hoy el ELN es fuerte en armas…

R.B.: Entregamos al final del Gobierno Santos, digo que entregamos porque he defendido esa construcción de la paz del premio nobel, el ELN con 1.500 hombres. Hoy, al final del Gobierno de Iván Duque, la cifra se ha triplicado. Es decir, el Gobierno fracasó en materia de seguridad, abandonó el territorio y esa consecuencia es otra que tiene que asumir el nuevo Gobierno. No serán fáciles (los diálogos), pero es más difícil aceptar que Colombia siga condenada a la matanza, a la violencia inútil y al fracaso absoluto de la humanidad.

SEMANA: Por otro lado, ¿qué piensa de las críticas en su contra de Gustavo Bolívar?

R.B.: A mí me gusta lo que él hace. El senador Bolívar me parece honesto y auténtico. Él ha asumido motu proprio el papel de una especie de guardián del cambio y voz de la primera línea, y eso es bueno en la democracia. Tengo absoluto respeto por todos los que hayan decidido hacer crítica u oposición. El senador Bolívar, como yo, no es un hombre de izquierda, es de origen liberal y tiene ganas de cambio.

SEMANA: ¿Hay fuego amigo? Bolívar es hoy un duro crítico de lo que está ocurriendo con el nuevo Gobierno…

R.B.: Para mí es un estimulante para trabajar mejor y más rápido. Me parece muy bueno lo que él está haciendo.

SEMANA: Siendo realista, ¿hasta cuándo cree que durará la luna de miel entre Petro y el Congreso?

R.B.: Las lunas de miel se prolongan en la medida en que la comunicación sea fluida y los resultados se vean. 

SEMANA: ¿Petro solo debe gobernar cuatro años?

R.B.: Por supuesto, nosotros somos defensores de la Constitución de 1991.

Roy Barreras se convirtió en la ficha clave del petrismo en el Senado, una figura importante para el trámite de las grandes reformas que promete el gobierno progresista. | Foto: Alexandra Ruiz

SEMANA: Y, si Petro plantea más adelante la opción de reabrir la puerta a la figura de la reelección, ¿lo apoyaría?

R.B.: Nunca lo ha dicho. Esa es una especulación de quienes le apuestan al fracaso del Gobierno.

SEMANA: Como presidente del Senado, tiene afán de tramitar varias reformas, pero hay ministros designados que aún no tienen las reformas en borrador. ¿Qué hacer?

R.B.: El Gobierno de Petro empieza el 7 de agosto. Haremos un próximo encuentro programático de la bancada de gobierno con la administración entrante el 28 y 29 de julio en Santa Marta.

SEMANA: Petro se sentó con Uribe. ¿A usted también le gustaría recomponer esa amistad con el expresidente? Fueron amigos, compadres…

R.B.: No tengo ningún afán de recomponer la amistad, sino recomponer el tejido social colombiano(…)

SEMANA: Piedad Córdoba se posesionará, pese a que a Petro no le gusta la idea. ¿No le preocupa que, si le estalla uno de sus escándalos judiciales, el Pacto Histórico pierda una curul por la silla vacía?

R.B.: La senadora Piedad Córdoba merece toda la consideración, como cualquier ser humano. Está incapacitada, tiene derecho constitucional y legal a posesionarse. Ella me ha informado que así lo hará. 

SEMANA: Por último, ¿qué opina cuando lo llaman uribista, santista, petrista y oportunista?

R.B.: ¿Qué le diría cualquier periodista de SEMANA a quien lo insulte por la calle? Les doy un consejo: no responder a los insultos.