Sergei Vagin, el ciudadano ruso capturado por la Fiscalía en Bogotá, junto con otras seis personas, como supuestos integrantes de una organización que movió ilícitamente dinero a través de diferentes cuentas en Colombia, es –según su defensa– un ayudante de peluquería en el aeropuerto El Dorado.
SEMANA habló con el abogado Francisco González, defensor de Sergei, sobre la situación de su cliente en el país, los señalamientos de la Fiscalía y la realidad de los hechos, contados por el mismo ciudadano ruso.
El abogado explicó que Sergei desde hace un tiempo se dedicó a las apuestas en plataformas y desde allí, junto con las otras personas capturadas, abrió cuentas bancarias para mover los recursos o ganancias que dejaban las apuestas deportivas. Esos serían los movimientos de dinero que a juicio de la Fiscalía constituyen un delito, de tres que piensan imputar.
“Abrir cuentas bancarias y esas cuentas ellos las recargaban, y con esas cuentas apostaban. La ganancia de la apuesta efectivamente volvía a esa cuenta que habían abierto para presentarse ante la casa de apuestas. Como ganaba, le devolvía sus ganancias y esas ganancias eran las que se repartían entre ellos”, dijo el abogado.
Preliminarmente se dijo que los recursos manejados por Sergei provenían de Rusia y que serían parte de una operación de lavado de activos, de donde incluso se destinaron recursos para financiar las jornadas de protestas, principalmente a quienes causaron desmanes en ciudades como Cali y Bogotá.
El abogado de Sergei negó esa vinculación y aseguró que la única participación que tuvo su cliente con las jornadas de protesta fue un video en vivo que realizó cuando se encontró en las calles con una movilización y decidió grabar para compartirlo con amigos en Rusia.
“Entonces no es que ellos estuvieran grabando las marchas o que estuviera encapuchado. No, era que tenía que llevar el tapabocas que todo el mundo, como estamos obligados a hacer; entonces, por esa razón, y ese es el punto que dice, que él pertenecía a grupo inteligencia o espionaje de Rusia”, advirtió el defensor.
Sergei llegó a Colombia hace seis años, según su abogado, buscando mejores oportunidades de vida. Los primeros meses estuvo en Medellín, pero una recomendación lo llevó a Bogotá. No tiene profesión definida, es un “todero” dijo su abogado. Su más reciente trabajo fue en una peluquería ubicada en el aeropuerto El Dorado, “no es estilista, recogía pelo, lavaba cabezas”, explicó el defensor.
La Fiscalía, según se conoció, imputará los delitos de concierto para delinquir, transferencia no consentida de activos y acceso abusivo a sistema informático. Desde ya, la defensa de Sergei advirtió que se opondrán a una medida de aseguramiento, pero no fueron tan claros cuando se les indagó sobre la posibilidad de aceptar cargos.
“Vamos a oponernos a la medida de aseguramiento, es lógico. Es una persona que tiene su arraigo en toda la investigación, se han dado cuenta en donde vive, en cualquier momento ahí está. Entonces no hay ningún problema, no tiene antecedentes ni en Colombia ni en ninguna parte del mundo”, puntualizó el abogado.
En resumen, el abogado explica que su cliente y los otros capturados encontraron una oportunidad de negocio en las apuestas, “descubrieron el punto débil” y así movieron sumas de dinero que no superaban, de acuerdo con el defensor, los 10 millones de pesos. De ahí, en su criterio, que es curioso que lo vinculen con el lavado de activos.