Luego de diez años, se podrá retomar el proyecto vial llamado La Ruta del Agua, el cual buscará conectar y mejorar la movilidad entre Medellín y el centro del país.
Desde la realización de la Cumbre del Oriente Antiqueña el mes pasado, se empezó a hablar sobre la concesión de una obra que conectaría Bogotá con Antioquia. La cumbre fue liderad por la Mesa de Movilidad y contó con la participación de las alcaldías de varios municipios junto con la ANI y el Ministerio de Transporte.
El proyecto busca construir una nueva carretera entre el municipio de Santuario (Antioquia) y el sector de Caño Alegre, en Puerto Boyacá, donde se conecta con la Ruta del Sol. Este tramo hace parte de la vía Bogotá – Medellín.
El objetivo de este megaproyecto será poder conectar el centro del país con el Caribe, cruzando por la región antioqueña. Según las estimaciones, ahora los recorridos desde Bogotá hacia Medellín serían de cinco horas, menos de las que hay actualmente, el cual es de ocho a diez horas. El tramo cobijará los 457 kilómetros que separan a ambas capitales por tierra. La empresa Devimed es la que está impulsando la idea, la cual está bajo estudio de la ANI para confirmar su ejecución.
Los alcaldes de Cocorná, Saúl Alberto Giraldo; San Luis, Henry Suárez Jiménez; San Francisco, Mauricio Andrés Velásquez; y Granada, Fredy Castaño Aristizábal, respaldan la idea de construir la vía, dado que consideran que eso permitirá mejorar la movilidad en la región, además de consolidar la competitividad y la proyección de desarrollo turístico que tiene cada uno de los cuatro municipios. Esto lo mencionaron en la cumbre.
Bajo las cifras del Ministerio de Transporte, la calzada sencilla tendrá capacidad para atender los niveles del tráfico sin inconvenientes, por el hecho que esa zona se transportan el 1 % de la carga de Colombia y un promedio de 5.000 vehículos por día. Entre sus especificaciones, están que tendrá carriles de 3.45 metros, bermas de 1.80 metros, túneles de siete kilómetros, 20 kilómetros de puentes y la construcción de 65 kilómetros de nuevas vías adyacentes.
En primer lugar, se construirá la primera calzada, pero quedarán comprados los precios para en el futuro continuar con la megaobra. La ANI está evaluando el proyecto. En caso de no tener inconvenientes, se empezará con una fase en la que se evaluara y adjudicarán presupuestos y diseños, siendo el último paso previo a su construcción.
La ruta estuvo planeada hace tiempo, pero se vio retrasada por diez años debido al fenómeno de La Niña, la cual no permitió que los procedimientos se llevaran a cabo y los documentos se retrasaran.
Los trabajos incluirían 105 km de calzada sencilla, incluyendo 6 km de túneles, 13 km de viaductos, dos variantes, 55 km de vías rehabilitadas y 35 km de vías a cielo abierto. Sobre por qué el proyecto en la vía Bogotá – Medellín no se prevé en doble calzada, la Estructura Plural Iniciativa Privada Ruta del Agua (IPRA) explicó en un comunicado que “requeriría inversiones de unos $4 billones, es muy difícil ejecutarlos y no daría la recuperación”.
Por último, este proyecto se suma a otras megaobras que se han estado llevando a cabo en la capital de Antioquia. La primera se llama Autopista Mar 2, el cual va en 95 % y es clave para la conexión entre Medellín y el Urabá antioqueño y el futuro Puerto Antioquia. La vía contempla 62 puentes y 12 túneles, a lo largo de 254 km, que van desde el municipio de Cañasgordas hasta Necoclí.
Esta obra está a cargo por la China Harbour Engineering Company (CHEC), SP Ingenieros, Unidad de Infraestructura y Construcciones Asociada (Unica) y Termotécnica Coindustrial. Por otro lado, la segunda obra importante es la Autopista Conexión Norte, la cual conecta al departamento con Córdoba.
Su valor ha sido de $1.8 billones de pesos y se encuentra prácticamente finalizada. Cuenta con 145 kilómetros que inicia entre Remedios y Zaragoza, la cual permite el mejoramiento de gran parte de la calzada existente.