Aunque Yidis Medina fue la pieza clave para la condena de dos exministros de Álvaro Uribe Sabas Pretelt y Diego Palacio, por cohecho, el proceso judicial derivado de la manera como el Gobierno aseguró los votos para que el Congreso aprobara la reelección presidencial comenzó hace siete años, mucho antes de que la excongresista santandereana confesara que había recibido puestos para apoyar la reelección. La yidispolítica, como se le conoció, comenzó con la denuncia que el representante a la Cámara Germán Navas, del Polo Democrático, interpuso en la Corte Suprema de Justicia, precisamente en el año 2004. El congresista recuerda que la presentó únicamente con grabaciones de una declaración que Yidis Medina les hizo a los periodistas. Un solo casete fue su prueba. Y aunque en principio se burlaron de su denuncia, hoy la justicia le dio la razón. Navas recuerda que antes del debate decisivo en la Comisión primera de la Cámara, 18 parlamentarios suscribieron un compromiso para presentar una ponencia en contra de la reelección de Álvaro Uribe. El acuerdo se frustró un día después, cuando Yidis Medina, que lo había suscrito, les anunció a varios periodistas que cambiaría su voto y apoyaría la reelección porque el Gobierno le había ofrecido plata para su región. “Pedí los casetes a los periodistas, con eso la recusé, pero no la aceptaron. Entonces, con sólo eso, decidí presentar la denuncia. Alguien en forma grosera dijo que esa denuncia parecía un libreto hecho por mi hermano (el libretista Mauricio Navas). Hoy sólo les digo que ayer se burlaban y hoy dos exministros están condenados”, dice Navas. El congresista reconoce que, para su fortuna, cuatro años después de haber interpuesto su denuncia la excongresista Yidis Medina decidió confesarle a Daniel Coronell la forma como el Gobierno la había comprado para apoyar la reelección. Con dicha confesión, prácticamente el proceso tomó un nuevo impulso. “No me cabía en la cabeza que Yidis Medina hubiera sido la única en pagar cárcel cuando ella confesó su participación en el cohecho. La Corte le acepta la prueba de su confesión, y sin embargo, a aquellos que habían provocado el cohecho, para ellos no había pasado nada, a los exministros Diego Palacio y Sabas Pretelt. Hoy, siete años después, se configuró la otra parte del cohecho, se hizo justicia porque este era un proceso a medias”, dice Navas.