Socorro Oliveros, esposa del candidato presidencial Rodolfo Hernández, dio una reveladora entrevista en exclusiva para SEMANA donde contó la vida junto a su pareja, lo que han vivido juntos durante 50 años de matrimonio y demás anécdotas. Entre otras cosas, contó cómo conoció al hombre que hoy lucha codo a codo contra Gustavo Petro para ser presidente de la República.

Cuando se le preguntó a Socorro Oliveros de cómo conoció a Rodolfo Hernández, relató que tenía un amigo en el cual ella estaba interesada, pero nunca fueron novios. Un día, él la invitó a un paseo y llegaron precisamente a la finca de los papás de Rodolfo.

“Fuimos a la piscina, pero no tenía agua. Llegamos a un río que estaba cerca y luego terminamos bailando en un sitio, Rodolfo con su amiga y yo con mi amigo. Desde ese día él me empezó a buscar y a hablar”, le recordó a SEMANA sobre ese primer encuentro con el ahora candidato a la Presidencia de la República.

Socorro Oliveros y su historia de amor con Rodolfo Hernández. | Foto: Revista Semana

Después de esa primera impresión, Rodolfo empezó a buscarla, a llamarla y a invitarla a salir, pero ella en principio no le agradaba mucho por ser mal hablado, algo que, según ella, ha sido toda la vida. “Cuando empezamos a charlar, yo le dije que por qué era tan grosero, pero él lo tomaba con diversión, como un juego. Es su forma de ser. Sin embargo, desde que lo conocí lo vi como un hombre demasiado inteligente, visionario y con futuro”, dijo Socorro Oliveros.

“Yo les contaba a mis papás, y ellos, al principio, no eran muy gustosos de él, pero terminaron amándolo. Tengo seis hermanos, de ellos tres mujeres. En la época, recuerdo, el comedor era de los sitios especiales en la casa y, cuando Rodolfo llegaba, mi papi se levantaba de su sitio en la mesa y le daba su lugar. Era un signo de mucha admiración”, contó sobre la relación de su familia con el ingeniero.

La historia definitiva de cómo Rodolfo Hernández y Socorro Oliveros se casaron llegó gracias a un caballo y un accidente. Cuenta que se habían ennoviado y que él hizo una carretera en Santander; el día que la inauguró, le regalaron un caballo, que a su vez él le regaló a ella. Y fue lo que los unió, porque cuenta que ella iba a la finca de la familia Hernández todos los fines de semana a ver el regalo, a limpiarlo y montarlo.

Pero un accidente fue lo que provocó que se terminaran casando, ya que no llegaron a tener ni un año cumplido de novios. “A mí me tumbó el caballo y me fregó la rodilla. Un día, Rodolfo, al verme con las muletas y al escuchar que mi padre le decía ‘casi me mata mi hija’, me afirmó: “¿Sabe qué?, casémonos”. Lo hizo como para arreglar el lío de la tumbada del animal. Casi me caso con muletas”, cuenta Socorro Oliveros, quien, de sus 70 años, 50 ha estado casada con Rodolfo Hernández.