Una de las problemáticas que afortunadamente ha empezado a visibilizarse en los últimos años en todo el mundo el mundo es la salud mental, un flagelo que si bien fue subestimado durante siglos, hoy en día está en el radar de académicos, expertos, analistas y autoridades, quienes han incidido positivamente.
Frases como “usted es como bipolar”, “ese parece loco” o “parece de cristal” se escuchan con regularidad en las conversaciones entre personas; sin embargo, pueden afectar a quienes en realidad sí están diagnosticados con algún tipo de trastorno o afectación en su salud mental.
De acuerdo con Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, en ocasiones se dicen o hacen muchas cosas que se enquistaron con el tiempo dentro de la cultura de la sociedad como normales, pese a que afectan seriamente el ánimo de las personas o inciden en el desarrollo de su personalidad.
“La pandemia nos ha mostrado, con mayor relevancia, la importancia de proteger nuestra salud mental y ha puesto el tema sobre la mesa; por eso debemos, entre todos, procurar generar entornos que también la protejan, así como nos cuidamos de otras enfermedades que nos puedan afectar”, explicó esta funcionaria.
Por esto, y con el ánimo de continuar desmitificando la salud mental en Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social presentó una serie de recomendaciones para que, entre todos, se converse sobre la importancia de cuidarla y evitar generar estigmas con lo que se dice.
“Son 13 mensajes que podemos poner en práctica, para tener entornos que busquen el cuidado de la salud mental de los amigos, compañeros de trabajo o familiares, teniendo en cuenta que los trastornos mentales son condiciones que caracterizan a algunas personas, pero no las definen”, destacó Bautista.
El primer consejo es ponerse siempre en los zapatos del otro antes de decir o hacer cualquier cosa que pueda afectarlo y tener presente que nadie está exento de presentar un trastorno mental a lo largo de su vida. Es por esto que, así las personas se vean bien en su cotidianidad, no se sabe si arrastran problemas consigo.
Como segundo consejo, el Ministerio de Salud invita a las personas a reflexionar con respecto a preguntas como ¿uso términos como “la bipolar”, “el depresivo”, “el alcohólico” “la suicida”, “el autista”, sin conocer lo que significan y sin pensar en lo que puedan sentir los demás? De esta forma se pueden cambiar ciertas conductas para prevenir afectaciones a la salud mental de los demás.
“En tercer y cuarto lugar, evite utilizar, inadecuadamente, las denominaciones de los trastornos mentales en conversaciones cotidianas para hacer referencia a cambios emocionales naturales que presentamos todos los seres humanos; más aún, evite hacer esto si la intención es violentar a otras personas. Así mismo, tener emociones intensas como tristeza, alegría, ira, decepción, angustia y desolación, en determinadas circunstancias, no supone necesariamente tener un trastorno”, agregó Nubia Bautista.
Por otra parte, aunque a veces parezcan inofensivas, es importante sacar de las conversaciones los adagios populares y las palabras despectivas asociadas a la enfermedad mental.
“Tenga en cuenta que usar los términos “loco”, “loca” o “locura” hace que a las personas con trastornos mentales se les dificulte comunicar lo que sienten o necesitan. En muchas situaciones esto pasa por temor a encontrarse con personas que no entiendan lo que sucede y los rechacen, estigmaticen o discriminen”, explicó la vocera del MinSalud para este tema.
Ser empático, llamar a las personas por sus nombres, no burlarse de nadie por ninguna razón, mucho menos por su situación de salud, e indagar sobre los términos adecuados para referirse a personas con trastornos mentales son otras recomendaciones de la guía del Ministerio de Salud.
“En la actualidad es común escuchar comentarios que ridiculizan a las personas y algunos de estos hacen referencia a los trastornos mentales y, por ende, a las personas que los presentan. Esto aumenta la discriminación social y los sentimientos de vergüenza de las personas que los presentan, favoreciendo con ello el aislamiento, la exposición a violencias, la reducción del diagnóstico, la no adherencia al tratamiento, el deterioro físico y mental e incluso la muerte”, dijo la subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud.
Para apoyar a una persona con trastorno mental, es necesario tomarse el tiempo para escucharla en lo que lo necesite, sin presionarla para hablar; solamente haciéndole saber que no está sola. Así mismo, se puede establecer una red de apoyo entre las personas que presentan trastornos mentales para motivar la empatía, fomentar la resiliencia y promover la ayuda mutua.
“Ayude a resolver las necesidades básicas de las personas que tienen un trastorno mental y se encuentran en crisis, ya que pueden estar en riesgo de presentar conducta suicida y [que esto] favorezca la expresión de emociones con los seres queridos, quienes puedan manifestarles su aprecio con palabras y actos en todo momento”, concluyó esta funcionaria.