En medio de la confrontación política que se vive por las elecciones en el país, el tema de las enfermedades de salud mental se metió de lleno en la campaña.
En el debate de SEMANA y El Tiempo del pasado lunes 14 de marzo, Ingrid Betancourt arremetió contra Gustavo Petro y contó una anécdota que muchos han criticado y que se trató de un momento personal.
Dijo que hace unos años lo visitó cuando vivía en Bélgica y evidenció que sufría cuadros de depresión, cuando se hablaba del apoyo a los gobiernos de Ernesto Samper y César Gaviria.
“Yo creo que tú tienes alzhéimer (…) De hecho, cuando fui a visitar a Gustavo, me acuerdo que él estaba en una gran depresión, tirado en el piso, sin poder moverse”, contó Ingrid.
Las declaraciones han sido criticadas por varios sectores, porque a pesar de que el momento pueda haber sucedido, para muchos fue un ‘ataque bajo’. Además, le reclaman haber usado una enfermedad mental que sufren millones de personas en el mundo para atacar los argumentos de su contrincante.
Pero lo cierto es que no ha sido la única que ha acudido a este tipo de improperios para vencer a sus adversarios en el debate público.
Armando Benedetti y Rodolfo Hernández se han lanzado pullas uno al otro con calificativos similares. El senador petrista cuestionó al ingeniero porque supuestamente no podía estar en Bogotá por cuestiones de salud y también recurrió al alzhéimer para atacarlo.
“La edad avanzada que tiene y por sus comportamientos muchas veces parece que tuviera alzhéimer”, le dijo Benedetti a Rodolfo. “No puede venir a Bogotá porque se le sube la presión. Yo quisiera que él primero nos diera un dictamen clínico, de salud mental, a ver si es verdad que él puede asumir esto o no”, aseguró Benedetti en Blu Radio.
Hernández le respondió y le dijo que el del alzhéimer es él y que se someta al polígrafo. “Doctor Armando Benedetti, el del alzhéimer es otro que se le olvida de dónde es que se roba la plata. Yo con mucho gusto me hago el examen físico, pero usted sométase al polígrafo. ¡El que nada debe, nada teme!”, le dijo el ingeniero.
Los expertos en el tema critican que se estén utilizando este tipo de ataques. Dicen que utilizar síntomas o diagnósticos relacionados a la salud mental como un ataque político lo único que hace es contribuir al estigma que hay sobre esa enfermedad y las personas que lo padecen, lo que genera que las personas que sufran estos trastornos traten de ocultarlos o preferir no conversar sobre ellos.
En el caso del alzhéimer se trata de una enfermedad que ataca a casi 50 millones de personas en el mundo. Las autoridades de salud a nivel mundial alertan que si para 2030 no se hacen descubrimientos novedosos, se podría alcanzar un aumento de hasta los 75 millones de pacientes con este diagnóstico. Las cifras evidencian que cada 3,2 segundos ocurre un nuevo caso de demencia en alguna parte del mundo, según la organización Bright Focus.
En el caso de la depresión, es otra de las enfermedades que muchas veces es llevada por los pacientes en silencio, precisamente por la estigmatización que pueda generar en la sociedad. Pocas personas que lo padecen se atreven a hablar de este trastorno por las ideas sociales que se han generado a su alrededor.
Sin embargo, según un informe de la OMS, el 4,7 % de los colombianos sufriría de esta enfermedad, lo cual está un poco más arriba que el promedio mundial que se ubica en 4,4 %. Incluso en ocasiones se considera que es una pandemia silenciosa porque cinco de cada diez colombianos tienen algún trastorno mental.