El expresidente Ernesto Samper envió una respuesta a la citación hecha por la ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, en la que se le invitaba a una reunión de carácter informativo de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores el día de hoy.
En ella, Samper dice que no asistía por varias razones. La primera es porque durante todo el Gobierno del presidente Duque nunca se había convocado a una reunión de la comisión, sino que esta se hizo luego de que Iván Cepeda y Antonio Sanguino presentaran un recurso ante el Consejo de Estado y este le ordenara al Gobierno convocarla. Según ha dicho Sanguino esta reunión debe hacerse al menos una vez al mes.
El expresidente dijo que hubiese querido que se convocaran reuniones previas para hablar de las relaciones con Venezuela y las tensiones que se presentaron con el gobierno de Cuba luego de la firma de los acuerdos de paz.
“En los últimos dos años, he solicitado al señor presidente de la República, sin respuesta alguna, la convocatoria de la Comisión para examinar asuntos de especial importancia para la política exterior, como la evaluación de la posición respecto a Venezuela (septiembre 28 del 2018) y otra (octubre 21 de 2019) para evaluar el daño ocasionado a Cuba cuando se pretendió obligar al gobierno cubano a desconocer los compromisos adquiridos, con Noruega, como garantes internacionales de los acuerdos de paz en La Habana”, dice Samper.
El expresidente también reclama porque la reunión no fuera a ser presidida por Duque, ya que la tradición es que la lidere el presidente de la República. “En en esas circunstancias, señora Canciller, aunque entiendo el interés del Gobierno por dar cumplimiento al mandato judicial referido, hubiera sido deseable que la primera reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores de este gobierno, hubiera sido de carácter consultivo y presidida como siempre lo ha sido, por el Presidente de la República”, señala.
Samper también critica al Gobierno porque, según dice, de haber convocado esas reuniones previamente se hubieran podido tratar diferentes temas con relación a la política exterior del país que hubieran servido para la actual coyuntura.
“Como los inminentes cambios en el relacionamiento bilateral con la nueva administración de los Estados Unidos, la posición internacional del Gobierno respecto a la crítica situación de los derechos humanos en el país o la estrategia actual de defensa de nuestros intereses frente a la Corte Internacional de La Haya en el diferendo marítimo con Nicaragua”, comentó Samper.
Pero el expresidente Samper no fue el único en rechazar la invitación tajantemente. César Gaviria también envió una comunicación en la que criticó fuertemente al Gobierno, y, en la misma línea de Samper, lo recriminó por convocarla hasta ahora, luego del fallo de Consejo de Estado.
En su intervención en la Convención Liberal, Gaviria recordó el tema y señaló su sorpresa porque esta reunión no se hubiera convocado en este gobierno. “Han transcurrido más de dos años del periodo presidencial y no hay duda de que tal hecho no es algo accidental, sino la expresión del desinterés oficial por tener una política exterior que represente a toda la Nación”, comentó Gaviria.
“De manera muy cordial le expreso mi decisión de no asistir a una reunión que, en mi opinión, desnaturaliza la razón por la cual esta se creó hace ya varias décadas. No es útil atender reuniones cuando es claro que el convocante no quiere escuchar opiniones distintas, ni le interesa en lo absoluto compartir sus ideas sobre lo que debe ser nuestra política exterior”, le contestó Gaviria a la canciller.
Igualmente dice que tiene grandes diferencias con las políticas que ya han sido tomadas, a pesar de que algunas no las ha expresado públicamente, “como las de intervenir de múltiples maneras en el reciente debate electoral de los Estados Unidos o las de poner a nuestro país en situación de subordinación en los temas que tienen que ver con enfrentar el tráfico nacional e internacional de narcóticos y otras sustancias”.
Y señala que a pesar de las profundas diferencias con el Gobierno, asistió “puntualmente” a las reuniones de la Comisión Asesora convocada en el mandato del expresidente Álvaro Uribe. “No creo haber hecho daño con mi asistencia, ni recibí nunca comentarios adversos al papel que cumplí en tales circunstancias”, aseguró Gaviria.