La historia de Samuel Viñas Abohomor, condenado por asesinar a su esposa Clarena Acosta el 1 de enero de 2010, parece no tener fin. Ahora la Corte Suprema de Justicia pidió que el empresario regrese a prisión luego de negar su petición de detención domiciliaria. 

Viñas se encontraba en su casa desde el pasado 7 de febrero cuando un juez de Barranquilla ordenó el traslado argumentando que necesitaba recibir un tratamiento médico por afecciones en el colon. Esta es la décimo primera vez que la Corte le niega una tutela instaurada por supuesta vulneración de sus derechos.  En la ponencia del magistrado Eugenio Fernández, se establece que VIñas Abohomor “reciba el servicio médico carcelario y el tratamiento hospitalario que permita su recuperación física, como lo ordene el médico tratante, en orden a su posterior valoración siquiátrica, garantizando en todo momento, dentro de las condiciones penitenciarias de seguridad a las que haya lugar, el cumplimiento de la pena intramural que le fue impuesta".  Edgardo Niebles, abogado de la víctima en el caso, había denunciado ante los entes de control por prevaricato la medida otorgada a Viñas por el juez de Barranquilla, ya que, en su opinión, debía ser la Corte Suprema la que debía decidir. “Ahora el juez deberá responder por la decisión tomada”, explicó el jurista. 

Hasta el momento Viñas ha pagado la cuarta parte de la condena impuesta. Su caso causó mucho impacto en la sociedad barranquillera por la fecha y la forma en que ocurrió. Según se estableció en el proceso, el hombre disparó dos veces a su esposa en el mismo apartamento que compartía la familia. Los celos habrían sido el motivo de la agresión, porque supuestamente Clarena Acosta sostenía un romance con un extranjero.  En el momento de los hechos la pareja tenía más de 20 años de casados y además eran propietarios de los almacenes “Laura V” y “Leysan”, un negocio que se había forjado un nombre en el mercado colombiano y en los eventos de moda de Centroamérica y Estados Unidos.