La Procuraduría General de la Nación anunció este miércoles la apertura de una investigación en contra de los entonces gerentes titular y encargada de la Empresa de Renovación Urbana de Bogotá (ERU), Nicolás Corso Salamanca y Liliana María Ospina Arias, por presuntas irregularidades en la celebración de contratos con la extinta Fundación San Juan de Dios. El ente de control investiga si la Empresa de Renovación Urbana de Bogotá celebró negocios jurídicos de promesa de compraventa y arrendamiento con opción de compra con la fundación, en los cuales se podría haber visto comprometido el erario del Distrito Capital, según la Procuraduría, en cuantía de 7.570’000.000 de pesos, a pesar del conocimiento previo y documentado de que la legitimidad de la propiedad recaía en cabeza del departamento de Cundinamarca.
La entidad también indicó que se busca con la investigación establecer si la ERU suscribió 25 contratos y un convenio interadministrativo por más de 9.755’805.394 pesos, destinados a adecuaciones locativas del Hospital San Juan de Dios y Materno Infantil, sin que se hubiera dado la expropiación del bien. Por lo tanto, la Procuraduría ordenó la práctica de pruebas con el objetivo de verificar las presuntas irregularidades, y determinar si constituyen faltas disciplinarias, esclarecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que se habrían cometido, y el posible perjuicio causado a la administración pública. Finalmente, el Ministerio Público advirtió que Nicolás Corso Salamanca y Liliana María Ospina Arias podrán solicitar ser escuchados en versión libre.
El debate por el Hospital San Juan de Dios Cabe recordar que una de las mayores críticas del senador Gustavo Petro a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha tenido como epicentro el Hospital San Juan de Dios. En repetidas ocasiones, Petro se ha preguntado por qué el Distrito no habilita este centro asistencial en plena época de pandemia. A través de redes sociales, el senador de la Colombia Humana le ha pedido en anteriores ocasiones a López que habilite el San Juan con camas de cuidados intensivos, pues todo habría quedado prácticamente listo en su mandato. Sin embargo, la mandataria de Bogotá le respondió en su momento al senador: “Gustavo, tuviste la visión de recuperar el lote del San Juan de Dios, pero lo dejaste sin un solo servicio ni cama. Enrique hizo los estudios/Pemp y consiguió la plata para construir un hospital allí. Nosotros continuaremos la construcción. Usa tu twitter y liderazgo con sabiduría”.
Ante la insistencia y la necesidad de dejar claro el tema, el Distrito también entregó varias razones por las que no se puede reabrir el centro hospitalario para recibir pacientes con covid-19. Estas son algunas de ellas. 1- ¿En el Hospital San Juan de Dios pueden funcionar unidades de cuidado intensivo? No. Por varias razones fundamentales, primero los terminales de oxígeno instalados no cuentan con una central de oxígeno que garantice su adecuada disponibilidad para el funcionamiento apropiado de los ventiladores. Segundo, las unidades de cuidado intensivo requieren una interdependencia de servicios, como de laboratorio clínico, imagenología, cirugía, terapia renal e interconsulta con varias especialidades médicas. Es por esto que las UCI deben funcionar dentro de clínicas u hospitales que ya tienen unidades de estas funcionando y cuentan con una infraestructura de servicios de salud robusta. 2- ¿Se podría adecuar o habilitar la infraestructura que ya está en el San Juan de Dios para la atención de pacientes con covid-19? No. Para salud hay una normatividad mínima que se llaman los requisitos de habilitación. Esta es una norma de carácter obligatoria. El complejo hospitalario San Juan de Dios lleva más de 20 años cerrado y, a la luz de los requisitos de habilitación, se puede evidenciar que no los cumple. 3- ¿Qué funciona actualmente en la torre central del Complejo hospitalario San Juan de Dios? Actualmente funciona el Centro de Prevención y Diagnóstico Temprano (CPREV), y el Centro de Atención Prioritaria en Salud (CAPS) Santa Clara. Este último atiende consulta ambulatoria de más 20 especialidades como neurología, dermatología, toxicología, hematología, entre otras; de ninguna manera se podría adecuar para la atención de pacientes de cuidado crítico ya que no cumple con la infraestructura requerida y como lo mencionamos antes, es muy difícil que una UCI funcione fuera de una institución hospitalaria.