La decisión de un juez de segunda instancia de revocar la medida de aseguramiento domiciliaria que recaía sobre Rafael Martínez, alcalde de Santa Marta, agitó de nuevo el ajedrez político en la capital del Magdalena, ya que esa decisión le permite retornar nuevamente a su cargo como primera autoridad de la ciudad. Dicho reintegro podrá hacerse efectivo este martes 23 de julio. “Lo dijimos mil veces y hasta la saciedad, detrás de esto lo que había eran móviles políticos, querían sacarnos de la alcaldía y lo hicieron de manera atropellada e injusta en un caso sin ningún soporte jurídico para hacer lo que hicieron”, dijo Martínez en declaración a SEMANA.“He creído en la justicia, en los jueces colombianos y sabía que la segunda instancia, si obraba en derecho, debía revocar esta injusta detención domiciliaria por estos cuatro meses”, agregó. Puede leer: ¿Qué pasa con el proceso judicial contra el alcalde de Santa Marta? El abogado de Martínez, Iván Cancino, manifestó que a “más tardar este lunes” el titular de la alcaldía debe retornar a su cargo, ocupado interinamente por el secretario de Transparencia de la Presidencia, Andrés Rugeles.“El proceso sigue y continúa la investigación, así como la acción de la defensa para demostrar que la actuación del alcalde en este caso fue de buena fe”, dijo el letrado.Martínez es procesado por los delitos de celebración indebida de contratos sin el lleno de requisitos y peculado en favor de terceros, en el caso de la reconstrucción y adecuación de cuatro centros médicos de la ciudad. No es peligroLuis Carlos Torregrosa, el abogado del equipo de la defensa que asistió a la diligencia, expresó que para el juez, los elementos materiales de prueba presentados por la Fiscalía “son totalmente ambiguos y confusos”. Luis Carlos Torregrosa, el abogado del equipo de la defensa que asistió a la diligencia, expresó que para el juez, los elementos materiales de prueba presentados por la Fiscalía “son totalmente ambiguos y confusos”. “No acreditaron la posibilidad de riesgo futuro. Es decir, que Rafael Martínez pudiera eventualmente reiterar la conducta en el marco de delitos contra la administración publica”, explicó.Añadió que, en este caso, “se debía acreditar que las medidas de aseguramiento no privativas de la libertad, no resultaban suficientes para efectos de proteger el fin constitucional, es decir que era un peligro para la sociedad”.“Eso —puntualizó— no fue acreditado por la fiscal  y tampoco fue motivado suficientemente por el juez de primera instancia”.RetornoPara Martínez, la prioridad es “reconstruir la ciudad, terminar nuestro plan de desarrollo, a culminar todas esas obras que el doctor Rugeles no quiso darle avance y terminarlas como correspondía”“Hacia adelante la ciudad está por encima de los intereses partidistas y lo que sigue es trabajo unidos para sacar a la ciudad adelante”, dijo.Por lo pronto no se le ha requerido a Martínez en algún otro proceso penal, disciplinario o fiscal que permita en el panorama determinar que nuevamente puede ser apartado de su cargo. Le sugerimos: ¿Por qué el detenido alcalde de Santa Marta fue visto en la calle?Sin embargo, tampoco atravesará un sendero de rosas en el escaso medio año que le queda de Gobierno. El alcalde (e) Rugeles, quien manifestó que se apegaría al plan de desarrollo con el que se eligió a Martínez, también dejó claro que se investigarían presuntas irregularidades en otras contrataciones.En entrevista con SEMANA, el todavía mandatario aseguró en su momento que están andando al menos una docena de procesos en la Procuraduría y en la Contraloría.Sus acciones también estuvieron encaminadas a rehacer el gabinete, que cambió casi por completo, así como a los directivos de empresas de la ciudad, argumentando que debía trabajar con “personas de su entera confianza”.Esas acciones revolvieron el ambiente político local, pues muchas de las movidas tuvieron como beneficiarios directos a abiertos contradictores de Martínez, además de alimentar las suspicacias sobre la injerencia de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, en la ciudad. Por lo pronto, habrá expectativa hasta que Martínez reasuma su cargo y, pese a las palabras de unión, vendrán nuevos cambios. Lo cierto es que Santa Marta, en medio de esta pelea política y administrativa, sigue pasando por una de las peores crisis de agua de su historia y muchas de las soluciones demandadas por la población siguen a la espera de ser solucionadas.