Tal como lo había anunciado, el abogado Jaime Granados, quien defiende a Santiago Uribe apeló la decisión de la Fiscalía de llamarlo a juicio. El hermano del ex presidente está siendo investigado por su presunta participación en la conformación del grupo armado ilegal denominado ‘Los Doce Apóstoles’, que operó a inicios de los años noventa en el municipio de Yarumal, Antioquia.En el documento de 137 páginas, que radicó ante la Fiscalía en las horas de la tarde de este jueves, el abogado plasmó los argumentos de por qué su cliente debe ser absuelto del proceso que se adelanta en su contra, en el que es sindicado de cometer los delitos de concierto para delinquir agravado y homicidio agravado.“En mi condición de defensor del señor Santiago Uribe Vélez dentro del proceso de la referencia, en virtud del artículo 186 y 189 de la ley 600 de 2000, acudo a su despacho para sustentar dentro de los términos de ley, el recurso de apelación, interpuesto oportunamente, en contra de la decisión del 21 de octubre del 2016, por medio de la cual su despacho profirió resolución de acusación en contra de mi proahijado”, dice el documento.Solicitó que el recurso fuera concedido y que, además, fuera remitido al despacho de la vicefiscal general, María Paulina Riveros “para que resuelva la impugnación”.Puede leer: El explosivo relato del testigo clave contra Santiago UribeEl abogado Granados ha argumentado que la Fiscalía no tiene las pruebas suficientes para determinar que Santiago Uribe participó en la conformación de ‘Los Doce Apóstoles’. También ha manifestado que los testimonios que tiene el ente acusador en contra del ganadero son falsos.Incluso ha dicho que uno de los testigos clave, Eunicio Pineda, quien trabajaba en una finca aledaña a la Hacienda La Carolina –propiedad de Uribe- tiene problemas mentales. Sin embargo, Medicina Legal determinó que el campesino tenía capacidad de testificar en el proceso, luego de realizarle un estudio médico en España, donde se encuentra refugiado.Santiago Uribe fue capturado en marzo de este año y desde entonces se encuentra recluido en una guarnición militar en Rionegro, Antioquia, esperando que este proceso que, según él, se inició hace 20 años por una persecución política en contra de su hermano, sea resuelto.