Después de tres meses, Eunicio Pineda, un campesino que ordeñaba vacas y alimentaba cerdos en una finca de Yarumal (Antioquia), resolvió volver al lugar del que había huido horrorizado al oír que lo iban a matar. Pensó que la situación en la que se vio envuelto ya había sido resuelta, pero cuando varios hombres de gorra de lana verde lo bajaron a la fuerza del bus en el que viajaba, advirtió que había tomado una mala decisión.Él es uno de los testigos clave en el proceso judicial que se adelanta en contra de Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, que fue llamado a juicio por la Fiscalía por los delitos de concierto para delinquir agravado, conformación de grupos armados al margen de la ley y homicidio agravado, por el homicidio del conductor de escalera Camilo Barrientos Durán. Para la Fiscalía, Santiago Uribe habría participado en la constitución de los Doce Apóstoles, una estructura criminal que fue creada con fines de “limpieza social” a la que el ente acusador atribuye un total de 533 asesinatos, 246 de los cuales fueron de agricultores, mineros, forasteros, personas en estado de embriaguez, estudiantes, amas de casa y personas dedicadas a varios oficios, grupo de víctimas al que la Fiscalía denomina “Sector 1”, en el informe que soporta la acusación contra Uribe.El documento –de 280 páginas y que conoció por entero Semana.com– continúa agrupando en siete “sectores” el total de víctimas, de esta forma:Sector 2: comerciantes, carniceros, ganaderos y transportadores, así como habitantes rurales, líderes o militantes políticos y personas señaladas de ser presuntos integrantes o auxiliares de la guerrilla –136 casos–Sector 3: personas señaladas de ser delincuentes, extorsionistas, secuestradores o integrantes de bandas –81 casos–Sector 4: personas sobre las que no se conoce su profesión, oficio u ocupación –51 casos–Sector 5: inspectores de Policía y miembros activos o retirados de la fuerza pública –11 casos–Sector 6: personas cuya ocupación no está del todo definida y fallecieron en extrañas circunstancias –5 casos–Sector 7: personas presuntamente integrantes de los Doce Apóstoles –3 casos– Frente a tal prontuario, para Fiscalía el testimonio de Eunicio Pineda es clave. Este campesino trabajó durante 1993 y el primer semestre de 1994 en la finca El Buen Suceso, que pertenecía a Álvaro Vásquez Arroyave, quien sería uno de los financiadores de la organización armada. Pero su vida se comenzó a enredar cuando su jefe le ordenó “darle una vuelta” al ganado que había en el terreno que colindaba con su propiedad, la Hacienda La Carolina, que le pertenecía a Santiago Uribe.Consulte: Eso no se sabía Según Pineda, al realizar sus labores, vio en esa finca gente con armas y radios. También dijo haber sido testigo de reuniones a las que asistían miembros de la Policía de Yarumal y civiles. Pero la peor parte le tocó cuando alias ‘Rodrigo’, comandante de la agrupación armada, lo obligó a presenciar el asesinato de ‘Gavilán’, miembro de los Doce Apóstoles. Lo hizo para que el campesino sintiera que era cómplice del crimen y que “estaba metido en la pomada”, como lo relató a la Fiscalía Pineda, y agregó que además le prohibió salir de la región.Le puede interesar: CIDH: El desfile de los perseguidos Pero para el grupo criminal, la amenaza no era garantía de que Eunicio guardaría silencio de lo que había visto. Eso lo comprobó –asegura– el día en el que oyó, mientras limpiaba uno de los tubos de desagüe de la marranera de El Buen Suceso, cuando Santiago Uribe, Álvaro Vásquez Arroyave y ‘Rodrigo’ estaban decidiendo si lo mataban. Por esto tuvo que huir. Pero al regresar a Yarumal, tres meses después, justo cuando iba en inmediaciones de la Hacienda La Carolina, varios hombres lo bajaron del bus, lo internaron en el bosque, lo golpearon, lo trataron de “sapo” y lo sometieron a una larga y lenta sesión de torturas. “Le sacaron los dientes con un alicate. Luego le indicaron que corriera, le dispararon por la espalda, lo hirieron en el brazo y lo persiguieron para ultimarlo. No obstante, logró evadir a sus agresores y luego ocultarse toda la noche (…) Después tomó transporte hacia Medellín”, se lee en el expediente de la Fiscalía. A partir de entonces, trabajó en varios municipios de Antioquia, en donde siempre se sintió inseguro. Por ello decidió viajar a España, donde ahora se encuentra refugiado.Le sugerimos: Néstor Humberto Martínez: ¿el nuevo antiuribista? En ese país declaró ante la Fiscalía que vio a Santiago Uribe en múltiples oportunidades, “tanto en la Hacienda La Carolina como en El Buen Suceso”, entregando armas y radios de comunicación a los hombres que asistían a las reuniones que se realizaban en dichos predios. Lo vio también en reuniones en la marranera de la finca de Álvaro Vásquez, “en las que hablaban de matar a auxiliadores de la guerrilla”, dice el documento del ente acusador. Las versiones de Pineda han sido desvirtuadas por el ganadero. Santiago Uribe le indicó a la Fiscalía que no lo conocía y que la primera vez que lo había visto fue el 13 de agosto del 2013, cuando apareció en los noticieros “haciendo afirmaciones totalmente falsas”, razón por la que lo denunció por falso testimonio. También, la defensa de Uribe ha manifestado que Pineda nunca trabajó en la zona y que “su relato parece traído de una historia en donde, como un superhéroe, logra escapar de todos los peligros”. Además, han argumentado que él tiene esquizofrenia y por eso su testimonio no es confiable. Para corroborar el estado mental de Eunicio, funcionarios de Medicina Legal viajaron a España. Después de examinarlo, infirieron que “no se identifican fallas en la memoria procedimental ni semántica”, que “el pensamiento es de orden lógico y de curso normal” y que, a pesar de que “se evidencian ideas de tipo paranoide persecutorias de muerte, estas no obedecen a una estructura delirante sino que se sustentan en sus antecedentes traumáticos”. Según el Instituto, él se encuentra en capacidad de testificar en el proceso. Los otros testigos Eunicio no es la única piedra en el zapato del ganadero. En el voluminoso expediente de la Fiscalía reposan numerosas pruebas documentales y declaraciones que lo vinculan con la creación de los Doce Apóstoles. Una de ellas corresponde al informe de derechos humanos que el 29 de octubre de 1993 remitió al ente acusador la expersonera de Yarumal Lilyam Soto, en el que mencionó el incremento de muertes violentas por “limpieza social” entre el 6 de julio y el 27 de octubre de ese año. “Dentro de las referencias de contexto se menciona que el 16 de julio en la finca La Carolina, de propiedad del senador Álvaro Uribe Vélez, un grupo de hombres fuertemente armados que prestan vigilancia en esta dio muerte a Manuel Vicente Varelas, quien habría recibido siete disparos en cabeza, cara, cuello y hombros. La víctima sería el jefe de una reconocida banda de expendedores de droga”, dice el documento de la Fiscalía aludiendo al informe remitido por la expersonera Soto. Otro testigo que rindió su declaración en forma reservada indicó que la Hacienda La Carolina “era el lugar de reunión del grupo y el sitio de donde salían sus miembros a realizar los actos delincuenciales en horas de la noche, quienes por su participación recibían remuneraciones que ascendían a 250.000 mensuales libres de alimentación”. Sobre Santiago Uribe precisó que “era el jefe porque todo el mundo le decía patrón y era el que coordinaba cuando salían a operar. Él se quedaba pendiente del radio y ‘Rodrigo’ le daba los informes sobre los resultados de los operativos. Andaba con una ametralladora Inran dentro del carro, un Daihatsu rojo que manejaba él mismo”. Además, el expediente de la Fiscalía contra el hermano del expresidente Uribe contiene testimonios de varios ex paramilitares que también lo incriminan con los Doce Apóstoles e incluso con otras estructuras criminales. Uno de ellos fue alias ‘Jota’, primer comandante del Bloque Metro, quien dijo que desconocía si Santiago Uribe tuvo relación con los Doce Apóstoles, pero aseguró que “era el financiador de dicho bloque”. Y Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, dijo que el comandante de los Doce Apóstoles era ‘Rodrigo’ y que su superior era Santiago Uribe. La Fiscalía no sólo utilizará estos testimonios para sustentar la acusación contra el hermano del expresidente Uribe, sino que además investigará al finquero Álvaro Vásquez Arroyave y a alias ‘Rodrigo’ por su eventual vinculación con los grupos paramilitares que operaron en el municipio de Yarumal.