El presidente Juan Manuel Santos aboga por buscar nuevas alternativas para luchar contra las drogas, dice estar preocupado por la estabilidad de Venezuela si algo le sucede a Hugo Chávez y reitera que sólo negociará con las FARC si constata que tienen una verdadera voluntad de paz. Así lo expresa en un monólogo que apareció publicado este domingo en el diario español El País, bajo la firma del presidente del diario y consejero del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. En la Cumbre de las Américas, "en lo que respecta a las drogas obtuvimos lo que queríamos, que era iniciar un debate", señala Santos, quien destaca que así lo aceptó el presidente Obama, aunque esté en contra de la legalización. "Desde que en 1912 hubo la guerra del opio, llevamos ya cien años de lucha contra la droga y tenemos que indagar alternativas más eficaces y menos costosas si las hay, entre lo que podríamos llamar el modelo asiático, cárcel y hasta pena de muerte para los consumidores, hasta el otro extremo, que sería la legalización de la cadena de producción y distribución", afirma Santos. Entre las fórmulas intermedias, cita "una despenalización del consumo, tratándolo como un problema de salud pública" y reflexiona que algunos piensan que legalizar el tráfico sería una forma de controlarlo. "Pero mientras no se llegue a un consenso global entre los diferentes países no tenemos alternativa a nuestra actual política, que es el combate contra el narcotráfico en todos sus eslabones", añade. Tampoco se puede "bajar la guardia" -dice- en el caso de las FARC y si bien siente Santos que "podemos estar en el preámbulo de un cambio definitivo después de cincuenta años de guerra, para nada quiero pecar de ingenuo". "Prefiero constatar la verdadera voluntad de las FARC de terminar con el conflicto, solamente entonces, cuando tenga esa certeza, estaré dispuesto a iniciar un proceso negociador, sabiendo de antemano que no puede haber amnistías ni indultos generalizados", añade el presidente. Santos reflexiona igualmente sobre la reciente expropiación por Argentina de las acciones de la española Repsol en la petrolera YPF -sin nombrar este caso-, afirma que expropiar "no es una palabra que esté en nuestro vocabulario" y asegura a todos los inversionistas que en Colombia hay seguridad jurídica y reglas del juego "estables". Y enlazando con eso, asegura que la estabilidad interna de Venezuela "es importante para toda la región". Dice que, si bien no va a opinar sobre las próximas elecciones en ese país porque es un asunto interno, asegura que le "preocupa que si algo le sucede a Chávez esa estabilidad pueda venirse al traste, una situación de anarquía sería desastrosa para toda la región". Santos confiesa que, la última vez que se encontró en Cuba con el presidente venezolano, le dijo "¿quién iba a pensar que yo estaría rezando algún día por su salud? Yo, que había sido un gran crítico suyo". El mandatario colombiano subraya que, en interés del país, era preciso establecer "unos niveles adecuados de relación con un país con el que tenemos 2.200 kilómetros de frontera y no había ningún trato diplomático ni apenas comercial, hasta estábamos hablando de guerra, cuando lo que debe hacer América Latina es coordinarse". Santos, que fue ministro de Defensa con el anterior presidente, Álvaro Uribe, se muestra muy dolido por la actitud de éste: "no llego a entender su postura, se ha vuelto un crítico de lo humano y lo divino, nada de lo que hace el Gobierno le parece bien, no reconoce ninguno de nuestros éxitos". Dice no entenderlo, porque "yo he sido fiel a sus legados... la seguridad democrática, la confianza inversionista, la cohesión social, lo que el llamaba los tres huevitos que había que cuidar". "Me decía un amigo suyo que lo que pasa es que no ha asimilado que dejó el poder, pues para bien de él y para bien mío y del país entero espero que lo asimile pronto, aunque yo ya estoy vacunado, al principio todo esto me afectaba pero después de treinta twitters diarios me he vuelto inmune, le presto poca atención, hay cosas más importantes que atender", manifiesta Santos.  Lea el texto compleo aquíEFE