El cese del fuego entre el Gobierno y las FARC había comenzado a desmoronarse por cuenta de la incertidumbre sobre el futuro y no se podía dilatar un minuto más la implementación del nuevo acuerdo de paz, subrayó este jueves el presidente Juan Manuel Santos al defender la refrendación vía Congreso de lo renegociado en La Habana, durante su discurso con la ocasión de la firma del segundo pacto con la guerrilla, después de que el primero fue rechazado en el plebiscito.“Durante los últimos seis años nos hemos empeñado en darnos una nueva oportunidad para acabar la violencia y sembrar las semillas de la reconciliación”, recordó el presidente, que ha apostado su mandato a terminar el conflicto con las FARC pero tropezó con el rechazo de las urnas el pasado 2 de octubre.El mandatario reconoció, una vez más, que el nuevo acuerdo de paz es mejor que el original, rubricado en Cartagena, pues “recoge las esperanzas y las observaciones de la inmensa mayoría de los colombianos, del 50 % de los que votaron Sí y de un importante porcentaje de los que votaron No”. Rememoró que durante 40 días se recogieron las observaciones de distintos sectores para incorporarlas en el nuevo texto. La ceremonia del jueves en el teatro Colón de Bogotá, ante menos de 800 invitados, tuvo mucho menos entusiasmo y más pragmatismo que el pomposo acto del 26 de septiembre, cuando acudieron 2.500 personas, entre ellas 15 jefes de Estado y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.El acuerdo renegociado, admitió Santos, se tramitó con sentido de urgencia, “conscientes de que la incertidumbre y el paso del tiempo conspiraban contra la paz y que el peso de las diferencias políticas no podía, o por lo menos no debería, ser superior al anhelo común de todos los colombianos”.“Todos sabemos, en el fondo del alma, que el conflicto armado tiene un costo demasiado alto”, subrayó al hacer una referencia a los muertos, los desaparecidos y las víctimas del conflicto armado.Las FARC dejarán de existir como grupo armado tan pronto se surta todo el proceso, destacó el presidente. Manifestó que la implementación del nuevo acuerdo comenzará tan pronto el Congreso lo refrende, en principio a mediados de la próxima semana, y que ese será el día D, con lo que cinco días después arrancará el movimiento de los guerrilleros hacia las zonas veredales transitorias, a los 90 días comenzará la dejación de armas y en 150 días todas las armas de las FARC estarán en poder de Naciones Unidas.“Demostremos en un mundo polarizado, que también podemos ser ejemplo y poner el país por encima de los intereses políticos”, señaló el mandatario.Santos, fustigado en los últimos días por los principales promotores del No que lo acusan de ignorar la voluntad popular al seguir adelante con el nuevo acuerdo, prometió buscar espacios de entendimiento, convocar a todos los partidos y todos los sectores de la sociedad a participar para conseguir un gran acuerdo nacional para la implementación de la paz.Invitó “como presidente de todos los colombianos” a unirse, a trabajar juntos por la reconciliación y superar las diferencias. "Démonos la oportunidad de convertir este sueño en realidad”.Santos cerró su discurso resaltando que cada vida es sagrada y toda guerra es una derrota.