La petición de preclusión del proceso contra el senador electo José Obdulio Gaviria por calumnia agravada, fue acatada por un juez a favor del exasesor presidencial. Pero incluyó que el actual presidente Juan Manuel Santos y el vicepresidente Angelino Garzón, les pidan perdón a los tres sindicatos afectados por los hechos ocurridos durante el gobierno de Álvaro Uribe. La determinación se dio luego que el representante de víctimas Jorge Molano, le pidió a la juez que exhortara al presidente y vicepresidente, para que repararan el “agravio” del que fueran objeto los sindicatos al vincularlos con la insurgencia, por parte de las personas que en el 2007 –fecha de los hechos- ocupaban los cargos, es decir Álvaro Uribe Vélez y Francisco Santos. Según el abogado fue un acto de Estado. El acto en el que se ofrezcan las excusas, según lo dispuesto por la juez, debe ser público, esto con el fin de que las medidas simbólicas restablezcan los derechos no sólo de los miembros de Sintraemcali, Sintraunicol y Sintrateléfonos, sino de los sindicatos de Colombia. Al conocer la determinación, Molano aseguró que “la jueza ha reconocido que esto fue un crimen de Estado y que se cometió siendo funcionarios públicos y embestidos del poder público, sobre dicha base se ordena que los funcionarios que hoy ejercen los cargos de los que hicieron los agravios, deben públicamente hacer los actos simbólicos”, dijo. Según el fallo del juzgado los actos deberán cumplirse el 21 de julio en Bogotá y el 22 de julio en Nueva York. En estos lugares fue donde Uribe entregó las declaraciones que desataron la determinación de este viernes. “Le pediremos al gobierno que empiece a convocar a la colonia colombiana para que pueda asistir el presidente y el vicepresidente a realizar los actos públicos. Si no lo hacen estarán incurriendo en un desacato de una decisión judicial y fraude procesal”, dijo el abogado. Este jueves en un acto público en el búnker de la Fiscalía José Obdulio Gaviria se retractó de las afirmaciones hechas en una de sus columnas sobre tres sindicatos –dos de Cali y uno de Bogotá– en las cuales los vinculaba con la subversión y el terrorismo. Gaviria leyó un documento en el que ofreció disculpas luego de llegar a una conciliación con los afectados y posterior a la publicación de la retractación en los periódicos El Colombiano y El Mundo de Medellín. Los hechos El 19 de julio del 2007 el entonces vicepresidente Francisco Santos convocó a rueda de prensa “en la cual vinculó la labor de los integrantes de Sintraemcali, Sintraunicol y Sintratelefonos con la subversión y el terrorismo”. Aunque Uribe no tuvo proceso penal en su contra el agravio viene de su discurso entregado el 22 de julio de 2007 en la celebración del día de Independencia de Colombia en Nueva York y durante un consejo comunal en Bogotá. Le entonces presidente dijo que así como se estaba empeñado en la protección de los sindicalistas, no se podía permitir que en Colombia hubieran miembros de estas agremiaciones que apoyaran a la guerrillas. “Me duele saber que hace pocos días en Quito, en una reunión donde participaron partidos comunistas del continente (lo que no interesa, porque nosotros somos un país de libertades), se produjo una declaración en la cual se apoyaba a las FARC. Y en esa reunión estuvieron algunos líderes sindicales de Colombia”, dijo Uribe en referencia los sindicatos. Ante lo que remató que “se hace sindicalismo o se hace guerrilla, pero esa mezcla maldita le hace mucho daño a Colombia”. Mientras tanto, el 25 de julio del mismo año, Gaviria, en la página de la Presidencia y en dos diarios nacionales, publicó una columna de opinión a la que tituló “Todo pecado empieza siendo de pensamiento”, en la cual aseguran los afectados que se “hicieron graves ataques y señalamientos en contra de los integrantes de los sindicatos”. Según los afectados, luego de la rueda de prensa y de la publicación de la columna de opinión, para agosto de ese año, a los correos electrónicos de Sintratelefonos y Sintraemcali llegaron amenazas provenientes de la organización al margen de la ley Águilas Negras en las cuales “se les declaró objetivo militar y se les ordenó salir del país”. Francisco Santos luego de una retractación logró que el proceso por calumnia agravada, terminara. En el caso de José Obdulio Gaviria, la acción continuaba porque para los jueces que habían estudiado la posibilidad de archivarla consideraban que la retractación no había sido adecuada. La más reciente le permitió dar fin al problema jurídico.