12:00 de la noche y los habitantes del barrio Catalina en la localidad de Kennedy corren a refugiarse en sus casas ante el murmullo de los vecinos, quienes comentan que a esa hora salen satánicos que están poseídos por el demonio y caminan en reversa como si se tratara de una película de terror.
El miedo, la curiosidad y la incredulidad se respiran en el ambiente. Lo cierto es que un hay unas personas que están protagonizando la aterradora escena.
Un equipo periodístico de SEMANA llegó al sitio para documentar la situación. Al arribar al barrio, pasada la medianoche, la cámara registra a un grupo de aproximadamente 40 personas formadas una tras otras, cada una con una vela en sus manos encendida listas para iniciar el ritual.
Los llamativos personajes comienzan a caminar en reversa mirando hacia el frente, en una misteriosa y a la vez tenebrosa escena. Cuando empiezan a dar los primeros pasos, el equipo periodístico de SEMANA intenta hablar con estas personas. Tras varias preguntas ellos no responden y lo único que atinan a decir es: “Queremos devolver el tiempo”.
Tras varios intentos de los periodistas, ninguno de los participantes de la particular puesta en escena responde pregunta.
Su vestimenta es igual de llamativa. Usan zapatos oscuros, pantalones negros y sacos con capota. Es obvio que quieren llamar la atención. Luego de varios minutos de acompañarlos por su breve recorrido, cerca de dos cuadras caminando en reversa, deciden parar y en medio de las calles del barrios Catalina comienzan a disolverse en pequeños grupos.
Los vecinos, algunos aterrorizados, otros asombrados y unos más incrédulos dan sus opiniones. Los incrédulos los tratan de payasos y desocupados, los creyentes dicen que pertenecen a una secta y los aterrorizados prefieren no opinar, se echan la bendición y siguen su camino.
¿De qué se trata este rito ¿Serán parte de una secta satánica? ¿De una campaña política? ¿Un grupo de retos por las redes sociales? ¿Una campaña publicitaria? ¿Desocupados que aprovecharon el Hallowen para causar pánico? Son las preguntas que quedan el aire sin resolver.