“No tener las enzimas pancreáticas trae la muerte a nuestro chicos”, expresó preocupada Martha Herrera. Ella es la directora de la Fundación Colombiana para Fibrosis Quística y lidera la cruzada para conseguir cajas de Creon, el medicamento que a diario deben tomar los pacientes con esta condición.
En un comunicado que han enviado al Ministerio de Salud, al presidente, a la Superintendencia de Salud y a varios actores del sector piden ayuda y explican el porqué del llamado.
“Son enzimas pancreáticas que permiten la absorción de los nutrientes que se adquieren por medio de la alimentación. La no ingesta o administración de este medicamento provoca desnutrición severa y favorece más enfermedades, especialmente infecciones pulmonares; esto aumenta el riesgo de muerte”, puntualizan.
Las familias piden ayuda
Heydi Herreño es madre de un menor que vive con fibrosis quística. Relata en redes sociales lo que les estaba pasando.
“Ha sido difícil acceder al medicamento. Es vital para mi hijo y todos los pacientes. De corazón le pido al gobierno, al Invima, al laboratorio Abbot, que nos digan la verdad, si realmente el medicamento está desabastecido”.
Como ella, son bastantes las personas que ruegan por atención. Y es que en general se ha reportado falta de inventario de varios medicamentos en el país y el mundo, pero en entrevista con SEMANA, Herrera insistió en que la situación de este grupo poblacional es más delicada.
“Mi sobrina se toma una caja de Creo cada dos días. Esa caja vale $250 mil en el mercado comercial. Si lo multiplicas por todo el mes son casi 5 millones. Nadie puede vivir con eso. A mi sobrina le ha tocado bajar la dosis. Y entre todos ir comprando una cajita, dos cajitas. Y la campaña que estamos haciendo en esa, buscando por todos lados quién nos puede donar Creon”.
Añade que el asunto puede estar relacionado con el monopolio de medicamentos. “No quieren reconocer que está desabastecida, (la enzima pancreática), pero sí tienen a los pacientes yendo de un lado a otro. No están en las EPS, pero sí están en las farmacias afuera. Hay un monopolio, en otros países tienen hasta tres enzimas para los pacientes. Ellos no proyectaron cómo tendría que ser el abastecimiento para Colombia. Queremos que nos digan qué esta pasando. No hemos recibido respuesta de nadie. Abbot nos tiene desde agosto, luego que septiembre, luego que octubre”
¿Qué responden desde la farmaceútica, las EPS y el gobierno?
Desde ACEMI, la Asociación de las EPS del régimen contributivo, la directora ejecutiva, Paula Acosta, aseguró para SEMANA que se unen al llamado de los pacientes.
“Es un caso muy dramático, porque es absolutamente fundamental para mantener la calidad de vida de los pacientes con esta condición. Se requiere de manera urgente acciones por parte del gobierno. Nos sumamos al llamado para que se tomen medidas a la brevedad, para que las EPS lo puedan comprar y distribuirlo de forma oportuna. Por ahora, el gobierno no nos ha respondido”.
Por otro lado, desde el gobierno, Francisco Roselli argumentó que el Ministerio de Salud y el Invima tienen dos funciones principales en estos casos. Una, que los productos que ingresen al país cumplan los requisitos. La segunda, ayudar a tramitar solicitudes.
“Es identificar el mecanismo para resolver con rapidez el problema de desabastecimiento con el trámite de importación como medicamento vital disponible. En este momento no hay solicitudes pendientes, parece ser que el problema es que no hay medicamentos en medio mundo, las cosas que funcionan dentro del mercado, se comportan como si fueran del mercado”.
Además sugirió buscar alternativas en la producción nacional. Respecto a las otras empresas, al momento de publicar esta nota, SEMANA no ha recibido respuestas.