En la mañana de este viernes, 20 de septiembre, el alto gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas estuvieron en estado de alerta tras un incidente inusual en el aeropuerto Camilo Daza, en Cúcuta, donde una aeronave venezolana aterrizó sin la debida autorización. Este acontecimiento generó preocupación y ha llevado a las autoridades a investigar las circunstancias que rodean este aterrizaje inesperado.
De acuerdo con informaciones proporcionadas por fuentes de la Policía, la tripulación de la aeronave alegó que tuvo que realizar un aterrizaje de “emergencia” debido a que se habían “extraviado”. Sin embargo, durante las comunicaciones mantenidas con la torre de control y los organismos de seguridad en tierra, se conoció que a bordo viajaban dos oficiales.
Una vez confirmadas las condiciones operacionales de la avioneta, Blu Radio dio a conocer los nombres de las cinco personas que estaban a bordo, quienes serían los militares activos Danyer Luis Pirela Chorizo y Erick José Ruiz González, además del piloto Walmberg José Barrios Gómez, el copiloto Javier Alejandro Sánchez Ortiz y el auxiliar de vuelo Anderson José Aguilar Blanco.
De acuerdo con un reporte de La FM, se confirmó que los uniformados portaban armas de fuego, por lo que estuvieron bajo la custodia de la Policía Nacional para esclarecer la situación.
Sin embargo, pasadas las 4:00 de la tarde, los ocupantes del vuelo fueron escoltados por unidades de la Policía Nacional y abordaron la aeronave. Hasta el momento no se conocen los detalles finales del despegue y el rumbo tomado.
Por otro lado, una fuente le dijo a SEMANA que esto generó una emergencia que fue atendida por el Gobierno, la Fuerza Aérea, la Policía, la Aerocivil y el Ejército.
Lo cierto es que los dos militares venezolanos, quienes provendrían de Maracay, estaban sin pasaporte, ya que –según su versión– estaban desarrollando actividades dentro de Venezuela y no esperaban aterrizar en Colombia, sino que lo tuvieron que hacer como “emergencia” por las “condiciones meteorológicas”.
El registro del recorrido de la aeronave detalló que, durante este 20 de septiembre, ya había pasado por varias regiones de ese país. Por ejemplo, hacia las 6:58 a. m. había estado en Maiquetía, una ciudad cercana a Caracas, donde estuvo sobrevolando gran parte de los últimos días.
En un comunicado oficial, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) informó que, “conforme a lo establecido en el Convenio de Chicago y los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia vigentes, nos permitimos informar que la aeronave YV3226 cuenta con la debida autorización por parte de la autoridad de aviación civil colombiana, Aerocivil”.
El incidente, que inicialmente generó alarma entre las autoridades colombianas, ocurrió en la mañana de este 20 de septiembre, cuando la aeronave venezolana aterrizó sin permiso previo en Cúcuta. La tripulación inicialmente alegó haberse “extraviado”, pero posteriormente se reveló que transportaba a dos oficiales militares venezolanos.
La Aerocivil explicó que, de acuerdo con el Convenio de Chicago, se reconoció el derecho a realizar escalas técnicas en territorio colombiano, así como la utilización de aeródromos en “situaciones de emergencia”. La entidad añadió que los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia “permiten la permanencia de aeronaves internacionales en el país por un término de hasta 48 horas”.
El pronunciamiento de la Aerocivil pareciera resolver la incertidumbre inicial generada por el aterrizaje no programado; sin embargo, si todo esto sí ocurrió, aún permanece la duda de por qué los tripulantes aseguraron que se “extraviaron”.