En la audiencia que la Fiscalía usó para pedir a un juez que envíe a la cárcel a Julián Valente Ortegón, por el homicidio de Ana María Castro, ocurrido en marzo de 2020 cuando al parecer y según las pruebas, fue golpeada y lanzada de un vehículo en movimiento en el norte de la ciudad de Bogotá, el fiscal del caso mostró las declaraciones de otras víctimas que dejan a Ortegón como un reincidente en casos de violencia contra la mujer.
La Fiscalía le imputó a Julián Valente Ortegón cargos por el delito de feminicidio agravado y anticipó que contra otra persona existe una orden de captura que está pendiente de hacerse efectiva. Sin embargo, la carga probatoria que sorprendió fue la revelada en la audiencia siguiente, relatos de mujeres que pasaron por eventos de violencia con un hecho común, Ortegón era o fue la pareja sentimental de todas.
Se trata de relatos descarnados que el propio fiscal aseguró le causaban dolor tras reconocer que era padre de una niña. En la lectura el fiscal contó un caso ocurrido en octubre de 2018 cuando una mujer dijo ser víctima no solo de agresiones, sino de torturas del ahora imputado, amenazas que incluían cortarle los dedos para desbloquear el celular.
“Una vez me cogió con un cuchillo me dijo que me iba a cortar los dedos, sino le ponía la huella al celular para verlo, una vez ingresó a mi lugar de trabajo, me encerró en un baño, me golpeó, me han despedido”, explicó el fiscal al advertir que se trata de un ciclo de violencia contra las mujeres.
Otra mujer, aunque no declaró en el proceso, sí aseguró que Ortegón la golpeaba en repetidas oportunidades, en un evento el reporte quedó en manos de la Policía que describió la versión de la mujer.
“Los uniformados al llegar al lugar rompen la ventana pequeña de la puerta para poder ingresar ya que la mujer estaba gritando y pidiendo auxilio, pero nadie abría la puerta. Se logra entrevistar a la mujer y ella manifiesta que su expareja la golpea en la cara”, leyó el fiscal del caso en la audiencia de medida de aseguramiento.
Otra denuncia en poder de la Fiscalía advierte de una mujer desesperada y con miedo porque su vida estaba en peligro. Ortegón la amenazó, la golpeó y hasta la robó. La nueva víctima incluso asegura que él mismo le reconoció que estaba investigado por el homicidio de Ana María Castro y se lo dijo para intimidarla.
“Yo tuve un año y medio de relación con esta persona, tiempo en que sufrí maltrato físico y en una oportunidad Julián me amenazó con un arma blanca diciendo que me iba a cortar los dedos sino le mostraba mi celular… siento miedo por mi seguridad, por mi salud, hace 15 días me revisó el bolso y mis pertenencias buscaba ropa, luego se encerró en mi habitación, me robó un anillo y 200.000 pesos, hasta me dijo que deseaba verme muerta como estaba Ana María”, señala la denuncia de la víctima.
La Fiscalía completó, con estas declaraciones la solicitud de medida de aseguramiento, al insistirle a la juez que Julián Valente Ortegón representa un peligro para la sociedad, principalmente y como estaría en evidencia, contra las mujeres, por esa razón, en criterio del fiscal, debería estar en una cárcel.
Su defensa se opuso a la solicitud de la Fiscalía al asegurar que solo existen elementos y testimonios que no son concluyentes y además que su cliente siempre ha estado a disposición de la justicia, atento a los llamados y así lo hará.
La juez acogió los argumentos de todas las partes y suspendió la diligencia para este miércoles. El objetivo es tomar una decisión, si envía a Ortegón a una cárcel o dispone de otra medida de aseguramiento.