Andrés Fernando Sepúlveda, el hacker señalado por la Fiscalía de estar al frente de una oficina al norte de Bogotá dedicada a la interceptación ilegal de comunicaciones -entre otros servicios- y de haber amenazado la seguridad nacional al haber monitoreado irregularmente información relativa al proceso de paz de La Habana fue asegurado por un juez de garantías. Sepúlveda no se allanó a los cargos por violación ilícita de comunicaciones, interceptación de datos informáticos y espionaje, en una audiencia cerrada para el público y los medios de comunicación. La juez 49 de garantías decidió imponer medida de aseguramiento a Andrés Fernando Sepúlveda, en el búnker de la Fiscalía, por motivos de seguridad. El defensor del hacker, Luis Bernardo Alzate, apeló la medida de aseguramiento al considerar que Sepúlveda, no había sido bien asesorado por parte de un profesional del derecho por lo cual rindió interrogatorio ante un fiscal delegado para el CTI. Dentro de los elementos materiales probatorios encontrados por el CTI, están cinco discos duros de 180 gigas de capacidad, además de ocho computadores de alta gama, cerca de 10 memorias USB entre otros elementos. Igualmente fueron encontrados documentos y contratos de la empresa de Sepúlveda, al parecer con personalidades del escenario político nacional. Alzate, señaló que su defendido Sepúlveda ha trabajado para varias personas en países como México, Honduras, Venezuela, "para diferentes políticos, congresistas y senadores así como para los anteriores presidentes de Colombia" Por ultimo indicó el jurista que no descarta que se logre a una negociación, con la Fiscalía en donde se espera que se concreté con el objetivo de obtener beneficios judiciales Sepúlveda es un ingeniero que desde una oficina de un edificio de la calle 93B con 17 en el norte de Bogotá, manipulaba ilícitamente correos electrónicos cuya finalidad era "interferir" y "afectar" el proceso de diálogo entre la administración Santos y la insurgencia, según aseguró este martes el fiscal general, Luis Eduardo Montealegre. Semana.com habló con personas que, de alguna manera, tuvieron contacto con este experto en informática. Sepúlveda decía en sus charlas privadas que tenía en su poder información sensible sobre las conversaciones de paz en La Habana que, de ser publicadas, podría “terminar con ese proceso”. Según él la información que había recaudado, evidenciaba exactamente lo que se estaba negociando en la isla. En esas charlas Sepúlveda aseguró que él era quien manejaba las cosas “que no se podían saber”. En otras palabras, decía ser uno de los que estaban a la sombra en un grupo político. “En una campaña están los que figuran y los que están detrás. Yo soy uno de los últimos”, comentaba. El ingeniero explicaba que era capaz de investigar a un candidato, sus cuentas de correo y todo lo que escribiera en sus cuentas de WhatsApp o Blackberry. En fin, Sepúlveda indicaba que estaba capacitado para interceptar las cuentas de los políticos y podía utilizarlas en una eventual “campaña sucia”. Todo esto lo decía sin revelar para qué sector político trabajaba. Sin embargo, se conoció que Sepúlveda había trabajado para el Partido de la U y actualmente para la campaña presidencial del Centro Democrático. Resultó ser esposo de la comunicadora y actriz Lina Luna Rodríguez, quien desde enero trabaja para Óscar Iván Zuluaga.