José López Montero, alias 'Caracho', quien heredó la jefatura del Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (ERPAC) tras la muerte de alias 'Cuchillo' (diciembre de 2010), se entregó este viernes a las autoridades junto a decenas de integrantes de esta banda criminal. Él mismo, en entrevista con SEMANA el pasado mes de noviembre, había anunciado el sometimiento a la justicia del grupo. Junto a 'Caracho' también se entregó este viernes Germán Ramírez Debia, alias 'Vacafiada', otro de los comandantes del ERPAC. La Fiscalía precisó que junto con ellos, se entregaron en total 292 hombres. Todos fueron trasladados a la capital del Meta bajo fuertes medidas de seguridad en diferentes medios de transporte y desde distintos puntos de los llanos orientales. A la Base Aérea de Apiay de Villavicencio también han llegado casi tres toneladas de armas y municiones entregadas por los miembros del ERPAC. Entre el material de guerra recibido desde el jueves, hay al menos 123 fusiles, dos morteros, dos ametralladoras, más de 400 granadas, tres morteros, un lanzagranada y unos 38.000 cartuchos de munición, entre otros elementos. González ha insistido en que esta no es una desmovilización sino un sometimiento a la justicia por parte del grupo ilegal. "Hace ocho días tuvimos conocimiento por parte de los abogados de esta organización (ERPAC) de un sometimiento a la justicia, a lo cual nosotros como Fiscalía y Cuerpo Técnico de Investigación adelantamos una serie de diligencias y dispositivos logísticos", dijo la directora este jueves.  Aunque los miembros del ERPAC se entregaron en diferentes puntos de los llanos orientales, su judicialización se hace en el parque Las Malocas de Villavicencio. Hasta allí llegaron más de 100 funcionarios para realizar el proceso.  Alias 'Caracho' y sus hombres van a ser procesados de forma individual por los delitos que confiesen y por concierto para delinquir y porte ilegal de armas.  "Primero se realizan las actas individuales de entrega, luego personal de criminalística los identifica y, posteriormente, son interrogados para alistar la carpeta que se entregará en audiencia a los jueces de control de garantías", explicó González.  Lo que dijo 'Caracho'  En la entrevista de Semana publicada el 19 de noviembre, José López, alias 'Caracho', dijo que buscaban hacer una entrega masiva de sus miembros ya que esta era una decisión de los comandantes tras la muerte de Pedro Oliverio Guerrero, alias 'Cuchillo', jefe de esa organización. 'Caracho' negó que la entrega se diera por la acción de las Fuerzas Militares, aunque reconoció que hubo operativos exitosos. Otra de las razones era la credibilidad del presidente Juan Manuel Santos. "Yo creo que con el gobierno del presidente Santos y la actual Fiscalía y Procuraduría hay garantías para un proceso de sometimiento".  El jefe del ERPAC dijo que él y sus hombres estaban dispuestos a pagar "por lo que hemos hecho, pero no por lo que no hicimos”. Además, reconoció que no tenía socios y que no pensaba delatar a nadie. “Yo no voy de sapo", dijo. ¿Qué es el ERPAC? El llamado Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia es una de las más grandes bandas criminales (bacrim) que hay en el país.  Actúa en Guaviare, Vichada y una pequeña parte del sur del Meta, todas zonas estratégicas en el oriente del país en donde están sembradas miles de hectáreas de hoja de coca, se procesan toneladas del alcaloide y salen de allí mismo al exterior. El ERPAC se hizo tristemente célebre gracias a Pedro Oliverio Guerrero, alias 'Cuchillo', conocido por las autoridades como "el asesino de asesinos", quien por años comandó este grupo. 'Cuchillo' fue un paramilitar especial: no solo ordenó asesinar a otro de los jefes de las AUC (a Miguel Arroyave, en una salida que hizo de Santa Fe de Ralito a los Llanos), sino que a pesar de que se desmovilizó en 2006 con el bloque Guaviare no acató la orden de reclusión y escapó. Para ese momento ya había formado el ERPAC.  En diciembre de 2010, ‘Cuchillo’ murió tras una operación de la Policía y así 'Caracho' quedó al frente de este grupo que, según las autoridades, había dejado una estela de más de 1.200 asesinatos en tres departamentos.