Si hay algo claro en política es que hacer alianzas entre ‘pesos pesados‘ siempre es difícil. Y no solo por cuestiones de egos, que todos lo tienen, sino por la posibilidad de encontrar mecanismos que permitan dejar a todos contentos, o por lo menos, no tan tristes. Una situación que se presenta -con matices- en todos los espectros ideológicos, desde la izquierda hasta la derecha y por supuesto pasando por los que quieren conquistar el centro. Si bien todos hablan de consensos y pactos en puntos estratégicos, siempre ha sido más que complicado pasar del dicho al hecho. Y esto es precisamente lo que está ahora sucediendo con la coalición que los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana quieren agrupar en torno a los que promovieron exitosamente el No en el plebiscito por la paz de 2016. Hace tan solo unas semanas se veían fuertes y con capacidad de aliarse, pero ahora el panorama es confuso y algo oscuro.Los candidatos de los dos exmandatarios, Marta Lucía Ramírez -la de Pastrana- e Iván Duque -el de Uribe-, comenzaron a alejarse y con fuerza sobre cuál debe ser el mecanismo para ungir a un solo aspirante y que el derrotado se le sume al ganador. Y el exprocurador Alejandro Ordóñez, sin padrino expresidente, advirtió que no se dejará sacar a "gorretazos" de esta coalición. Todos distanciados.Puede leer: "Aún no conozco" los programas de Ordóñez o Ramírez: Duque, el hombre de UribeLa historia comenzó a finales de diciembre pasado, cuando Pastrana le dijo a SEMANA que ya era un hecho que Ramírez y Duque serían llave para la primera vuelta presidencial el 27 de mayo, pero aclarando que solo faltaba definir el mecanismo para saber quién sería el aspirante principal y quién la fórmula vicepresidencial.Esto, en plata blanca, significa que el exprocurador se quedaba por fuera de la coalición. Las partes nombraron compromisarios para buscar una acuerdo sobre el mecanismos de selección, que se baraja entre consulta en las congresionales del 11 de marzo, encuesta o consenso previo. Y el único que no tuvo delegados fue precisamente Ordóñez.Pastrana y Uribe quisieron salir a bajarle el tono al revuelo que se generó por estas diferencias y anunciaron que máximo el 20 de enero estaría definido ese mecanismo y quiénes participarán finalmente en esta especie de eliminatoria. Pero como la política es dinámica, y más la electoral, los tres comenzaron a pujar hacia su lado y se ventilaron sus diferencias, lo que ha dado a entender que hay más división que consenso.Iván Duque (Centro Democrático) le dijo a esta revista que es necesario buscar un programa de gobierno común y, luego de definido, ahí sí pensar en la mecánica electoral para elegir definitivamente al candidato. Eso sí, lanzó la puya de que mientras él ya tiene unos ejes temáticos consolidados, de Ordóñez y Ramírez no conoce aspectos concretos. Además, reconoció que prefiere la consulta."Me suena la consulta popular en marzo. Nosotros tenemos el objetivo de consolidarnos como la principal fuerza política con representación en el Congreso y que, a partir de esa representación, podamos asumir un pronunciamiento democrático, participativo y transparente que nos permita tener ese candidato que sea Presidente de la República", le dijo Duque a SEMANA. Este es un mensaje tácito en el que advierte que él ya tiene músculo electoral.Le recomendamos: "No me dejaré sacar a gorretazos", Ordóñez a Pastrana y Marta LucíaMarta Lucía Ramírez, quien respaldó su aspiración presidencial con 810.228 firmas, tiene una postura contraria. Ella ha hecho saber que desde finales del año pasado propuso un pacto por Colombia, que en las elecciones de 2014 se hizo contar logrando 1‘995.698 de votos y que, además, definir un candidato único solo hasta marzo es darles ventaja a los demás. Tesis distintas a las de Duque."Lo mejor para escoger el candidato de la coalición es un consenso", precisó Ramírez, quien advirtió que "Colombia necesita saber cuanto antes cuáles son las opciones para la próxima elección presidencial, esperar hasta el mes de marzo para salir a hablar de programas y propuestas es extemporáneo, porque el país está confundido y siente una gran incertidumbre".De otra parte, Ordóñez, quien parece estar más solo en este espectro, también confirmó en SEMANA que solo seguirá en esta coalición del No si se acude a la consulta en marzo, ya que, a su juicio, el consenso y la encuesta son mecanismos que no dan la legitimidad política que requiere un proceso de esta naturaleza. No obstante, dejó claro que si no hay acuerdo en este grupo, él sigue solo en su aspiración presidencial arropado en los 2‘185.065 de firmas que recogió.Y para evidenciar las distancias que están aflorando entre la derecha colombiana, este viernes se conoció una carta de los compromisarios de Pastrana, en la que cargan duramente contra Ordóñez y que se generó por sus declaraciones a esta revista. "Ha sido usted mismo quien decidió marginarse de lo inicialmente pactado", le recuerdan en la misiva.En contexto: Marta Lucía Ramírez e Iván Duque serán fórmula en las presidencialesAsí las cosas, y con Uribe guardando silencio estratégico ante toda esta polémica, una eventual alianza de la derecha es cada vez más remota y -como es costumbre en estos procesos electorales- están saliendo a relucir con más fuerza los intereses personales sobre los acuerdos programáticos.Y también quedó claro que la polarización que genera todo debate electoral, por más buenas intenciones que se verbalicen, golpea con potencia la posibilidad de coalición de cualquier tendencia. Así es la política.