Uno de los temas más polémicos en el país ha sido el uso del glifosato para combatir el narcotráfico y los cultivos ilícitos. Mientras un sector alega que es necesario contra las matas de coca, hay quienes consideran que afecta la salud de las personas y al medioambiente.

El debate se dio en la Comisión Quinta del Senado, en donde se discutió un proyecto de la oposición que proponía prohibir el uso del glifosato en el país. Sin embargo, la propuesta no prosperó.

El senador Alejandro Corrales, del Centro Democrático, junto con otros congresistas de diferentes partidos, presentó una ponencia negativa que prosperó. Según explicó el congresista, el glifosato tiene varios usos y aplicaciones; por ejemplo, es usado en determinados alimentos como la caña de azúcar, el arroz, entre otros. “Es una molécula que al entrar en contacto con la materia orgánica, es decir, con el suelo, se inactiva como sucede con muchas otras moléculas químicas utilizadas en la agricultura”, afirmó Corrales.

El senador Carlos Felipe Mejía, de la misma bancada, dijo que la discusión realmente es política. “Por supuesto que esto es un tema político”, dijo.

“Colombia merece no producir coca. Yo no me voy a meter con otros países que la puedan producir, mi responsabilidad es sobre lo que debe ocurrir en el territorio colombiano”, aseguró Mejía.

El senador cuestionó al gobierno del expresidente Juan Manuel Santos por el acuerdo de La Habana con las FARC, y señaló que se llegó a 43.000 hectáreas de coca cuando iniciaron esas negociaciones. “Pasamos de 188.000 hectáreas en 1999 a 43.000 en el año 2013″, dijo. Mejía criticó al exministro de Salud Alejandro Gaviria, hoy precandidato presidencial, por impedir la fumigación con glifosato con el argumento de que ese componente químico sería cancerígeno.

Por su parte, congresistas de la oposición se molestaron por las palabras del senador al interpretar que sus palabras los hacían ver como si apoyaran el narcotráfico. Su defensa la basaron en la protección del medioambiente y de la salud de las personas. “Proponer la prohibición del glifosato para nada nos hace aliados del narcotráfico y del terrorismo”, afirmó Antonio Sanguino, de la Alianza Verde.

El senador mencionó que relatores de la ONU le enviaron una carta al presidente Iván Duque en la que le recomiendan que la propuesta de retomar la aspersión aérea supone riesgos para los derechos humanos y el medioambiente.

El senador Jorge Enrique Robledo, de Dignidad, también cuestionó que se diera a entender que por su posición apoyan el narcotráfico. “Es poco serio, responsable, falaz”, aseguró Robledo. “Miente quien diga que por definición quienes estamos en contra del glifosato es porque somos narcotraficantes o amigos de los narcotraficantes”, dijo el candidato presidencial.

Jorge Londoño, de la Alianza Verde, aseguró que el narcotráfico no se va a acabar con el glifosato. “Esa es la primera mentira que se les ha dicho a los colombianos”, dijo.

Londoño agregó que la guerra contra el narcotráfico es un negocio rentable y que las fumigaciones tendrían el propósito de regular la oferta de producción de cocaína.

“El objetivo de las fumigaciones no es eliminar el narcotráfico ni mucho menos los cultivos. El objetivo cierto y real es estabilizar la oferta para que el precio se mantenga alto y el negocio siga siendo rentable”, afirmó Londoño.

Guillermo García Realpe, del Partido Liberal, también se opuso al uso del glifosato. “Tarde o temprano va a haber regulación. No digo legalización, despenalización, pero va a haber regulación médica, legal, científica y del comercio”, dijo.