El senador Gustavo Bolívar dio a conocer un comunicado en el que detalla alcances de la reunión entre el director de la Policía Nacional, general Henry Sanabria, con jóvenes de “algunas primeras líneas del país”. De acuerdo con el congresista, “Estamos construyendo la ‘paz total’ dentro del marco de la ‘seguridad humana’ que promueve nuestro pte. @petrogustavo”.
La confirmación de la reunión se dio luego de que SEMANA informara que dicho encuentro tendría lugar. La reunión se llevó a cabo el viernes 2 de septiembre entre el alto oficial y 19 jóvenes de dicha primera línea. El encuentro se dio durante toda la mañana y se realizó en un lugar propuesto por la ONU y con la presencia de la alta comisionada para los Derechos Humanos en Colombia.
La reunión duró cuatro horas y tuvo momentos álgidos, pero a la vez muy humanos, según le contaron algunos asistentes a SEMANA. Las dos partes hablaron, tanto los policías como los jóvenes, teniendo en cuenta que venían de protagonizar un fuerte enfrentamiento desde el paro de abril del año 2021. Algunos integrantes de la primera línea resultaron heridos o muertos, en medio de los disturbios, y centenares de policías también fueron lesionados; algunos perdieron la vida.
En la reunión trazaron una hoja de ruta para comunicar las conclusiones del encuentro a todas las demás primeras líneas en Colombia durante las próximas semanas, ya que no hay un vocero que los represente a todos. Los jóvenes de la primera línea hicieron algunas peticiones que el director de la Policía se comprometió a tramitar ante el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el presidente, Gustavo Petro, con el fin de saber hasta qué punto se pueden cumplir.
En el documento dado a conocer por el senador Gustavo Bolívar se lee: “El director de la Policía Nacional anunció que se prohibe el uso de las escopetas calibre 12 y las marcadoras. Frente al uso del dispositivo Venom, en torno al cual hubo álgida discusión, se comprometió a consultar con el ministro de Defensa y el presidente de la República”.
La escopeta calibre 12
En 2017, la escopeta calibre 12 fue incorporada al inventario del los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional (Esmad) en la clasificación de “armas, municiones, elementos y dispositivos menos letales” autorizados para el control de disturbios y manifestaciones. En un documento expedido por la Dirección Administrativa y Financiera de la Policía, con fecha del 3 de febrero, se estableció que la entidad tenía un presupuesto estimado de 851 millones de pesos para adquirir 222 de estas armas, avaluadas en cerca de tres millones de pesos cada una.
Ese mismo año, el Ministerio de Defensa estableció el reglamento para el uso de la fuerza de los dispositivos menos letales y, a su vez, un manual para el manejo de disturbios que están consignados en dos resoluciones de la entidad. No obstante, casi cuatro años después de implementar esta normativa, la Corte Suprema Suprema de Justicia ordenó en su polémico fallo que el Gobierno garantice el derecho a la protesta pacífica y, además, que reestructure las directrices relacionados con el uso de la fuerza policial.
En ese punto, para el Alto Tribunal el uso de la escopeta calibre 12 es cuestionable y, por consiguiente, debe suspenderse su implementación hasta tanto se den las garantías “para la reutilización responsable y mesurada de dicho instrumento”.
“El Esmad no refleja capacitación ni mesura en sus actos y, menos aun, interés en salvaguardar la integridad de las personas con sus armas de dotación; por tanto, quien quiera salir a manifestarse públicamente o cuando se generen multitudes en esa actividad, siente una preocupación real y seria de verse agredido injustificadamente por la fuerza pública”, señala el fallo.
Modelos de escopeta calibre 12 existen varios, pero al consultar la ficha técnica de fabricantes y proveedores de armas, estos coinciden en decir que es una de las armas más adaptables que existen y de ahí los distintos uso que tiene en el ámbito civil y militar en varios ejércitos del mundo. Originalmente, las escopetas están diseñadas para usar cartuchos de carga múltiple que en un solo disparo lanzan varios proyectiles (perdigones) al mismo tiempo y, por este motivo, la letalidad o daño que puede causar no la da el arma, sino el tipo de munición que se utilice según el objetivo, a diferencia de un arma de cañón estriado, que rota el único proyectil que dispara para lograr mayor estabilidad y precisión.