Aida Merlano ha sido protagonista en los últimos días de toda una polémica desde que habló en la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia y salpicó con detalles lo que ya en una entrevista con SEMANA hace dos años había revelado: que los Char y los Gerlein presuntamente ayudaron a su fuga tras haber formado parte del entramado de corrupción conocido como Casablanca.
Este miércoles se reanudará uno de los procesos contra la excongresista que falta por definirse en primera instancia: supuesta violación de topes electorales. Allí asistirá Rafael Antonio Rocha, uno de los testigos más importantes del proceso.
Recientemente, la defensa de Merlano presentó un audio en el que el contratista Julio Gerlein le dice a Aida Merlano que él le dio más de 12 mil millones de pesos para su campaña al congreso.
Gerlein además cuenta cómo su campaña, supuestamente, recibió dineros de Serfinanza, una empresa con sede en la Costa Caribe. Ese tema, entre otros, será tenido en cuenta para la definición en sala de primera instancia del proceso de temas electorales en el que el despacho investigador es del magistrado Jorge Caldas.
Recientemente, SEMANA tuvo acceso al informe completo elaborado por Policía Judicial en el que se evidencia, en detalle, el listado de cheques que salieron de las cuentas de Julio y Mauricio Gerlein (hermanos) en vísperas de las elecciones legislativas y presidenciales de 2018, hechos que forman parte del escándalo de corrupción electoral conocido como Casablanca, en el que la protagonista es la hoy prófuga Aida Merlano.
El modus operandi, según el documento de 72 páginas, conocido en su totalidad por SEMANA, revela la existencia de al menos 167 cheques girados por los Gerlein entre el 2 de febrero y el 26 de abril de 2018. La suma total es de más de 8.600 millones de pesos: 47 de la cuenta de Julio Gerlein y 120 de la cuenta de su hermano, Mauricio.
Señala el documento que tanto Julio como Mauricio, en sus respectivas cuentas bancarias, tienen un beneficiario final común. ¿Cómo lo hacían? Elaborando cheques con beneficiarios iniciales que “no terminarían siendo acreedores del título valor”. Es decir, había una especie de fachada o carrusel, en que se hacían endosos sobre endosos, para terminar dando dineros a un receptor final, que casi siempre eran los mismos.
En este caso será la Sala Especial de Primera Instancia la encargada de escuchar a Rafael Rocha. ¿Pero quién es este testigo? Pues se trata, en primer lugar, de un comerciante de Barranquilla que terminó involucrado en la campaña pero que jamás se imaginó que estar trabajando con los dos clanes más poderosos de la región, los Char y los Gerlein, le traería problemas. Sin embargo, cabe anotar que Rocha no es responsable ni está involucrado en la comisión de ningún delito.
“Muchas veces que yo vi, el señor Julio, mandaba cheques y cogían a los chicos que trabajaban en sistemas, los iban cambiando; sin saber lo que estaban haciendo prestaban sus nombres para ir a reclamar cheques de 60 o 70 millones de pesos”, dijo en su momento el testigo clave que volverá a hablar, esta vez ante la Sala Especial de Primera Instancia.