En las últimas horas, la Fiscalía informó sobre la detención del hombre que fue señalado como el presunto responsable del abuso sexual de una adolescente de 17 años, identificada como Hilary Castro, en medio de una estación de TransMilenio. Pues bien, la alcaldesa Claudia López replicó algunas de las fotografías que hasta el momento se tienen del sujeto.
Informando sobre la detención del hombre, López afirmó que se trabajó con la Policía y la Fiscalía para poder lograr la identificación y posterior arresto. Además, se recalcó que en medio del operativo, se registró una vivienda en Usaquén, en donde residía el señalado.
“En trabajo coordinado de @PoliciaBogota y @FiscaliaCol se capturó al presunto agresor de Hilary, mediante allanamiento y registro en la localidad de Usaquén. Cumpliendo los procedimientos legales se pone a disposición de las autoridades judiciales. ¡Que haya Justicia! #NiUnaMas”, escribió López, con una fotografía en la que aparece el señalado mientras la Policía, al parecer, le está comunicando sus derechos.
Y a reglón seguido, la alcaldesa también replica un trino en el que se puede ver mejor el rostro del señalado. Esta siguiente foto fue publicada por la Policía Metropolitana de Bogotá.
“Hemos cumplido. Una vez más damos rápida respuesta a nuestros ciudadanos. Bajo la Operación Santa María Goretti logramos capturar al presunto agresor sexual de una menor en @TransMilenio. Este sujeto tendrá que responder por su accionar ante la justicia.”, se indicó en el trino que acompaña la fotografía.
Es de recalcar que la Policía había ofrecido hasta 30 millones de pesos de recompensa por información que condujera a la captura del presunto abusador sexual, quien quedó en evidencia luego de la denuncia que salió a la luz el 31 de octubre, así como por la gravedad del hecho.
En el video en el que dan a conocer los presuntos abusos, la joven describió con voz entrecortada que en la noche de Halloween tomó la ruta B13 de TransMilenio, que conduce al norte de Bogotá, se bajó en la estación de La Castellana, y que en esa misma descendió un hombre que miraba para lado y lado mientras sacaba algo de la maleta. En el lugar estaban solo los dos, así que ella empezó a agilizar el paso con angustia.
“Era una estación en la que no había un solo policía, ni un solo celador. Este hombre llega detrás de mí y me amenaza con un cuchillo”, relata. Inicialmente, todo parecía un atraco, porque el hombre, que según describe la niña, tenía aspecto de habitante de calle y le pidió que le entregara todo lo que llevaba. Así que ella se quitó un canguro –bolso pequeño– que tenía terciado sobre su pecho. Él la empieza a requisar de arriba abajo sin encontrar su celular.
Mientras la amenazaba con el cuchillo se acerca a su cuello y “empieza a decirme muchas cosas obscenas, dice que quiere coger y no sé qué. Y entro totalmente en shock y no puedo responder absolutamente nada”, indica. Dijo que trataba de reaccionar frente a todo lo que estaba pasando y no podía del mismo susto.
El hombre la tomó de la mano para obligarla a salir de la estación de TransMilenio. Una vez lo logró valiéndose de amenazas, el celular que ella escondía en su busto se asomó y sin dudarlo él se lo arrebató. La llevó atrás de la estación y allí todo empeoró.
“Se bajó los pantalones mientras me seguía teniendo amenazada y me obligó a practicarle sexo oral. Intentó tocarme por debajo del short (yo llevaba un short puesto) y acá –señala los senos–. Yo intentaba correrlo con las pocas fuerzas que tenía porque por el miedo no podía hacer absolutamente nada”, describe entre lágrimas.
Fueron dos jóvenes que caminaban por el lugar los que motivaron a que la agresión parara. La adolescente señala que ellos se percataron de que algo estaba pasando y buscaron acercarse, en ese momento el abusador se va corriendo. La menor corre hacia los jóvenes para pedirles ayuda. Una vez le facilitan el celular, la joven se comunica con las amigas con las que se iba a encontrar y que la estaban esperando. Sus amigas llegaron a recogerla y por más que intentaron buscar al agresor no volvieron a verlo.
La joven describe a su abusador, consciente de que no recuerda muchos detalles de su rostro, pero con algunas características que quizá puedan ser útiles a la hora de identificarlo: tenía barba, vestía de azul y tenía aspecto de habitante de calle.