Miguel Ángel del Río aseguró que estaba en la defensa del coronel Dávila para ayudarlo. Pero este miércoles se conoció que, antes de morir, el coronel le entregó en efectivo 50 millones de pesos.

Un testigo habló con SEMANA sobre todo lo que ha sucedido alrededor del deceso del policía, que era la persona clave en la prueba de polígrafo de Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia. En su relato, Miguel Ángel del Río es protagonista.

La persona le dijo a SEMANA cómo el fallecido coronel terminó siendo defendido por el abogado, un reconocido defensor del Gobierno Petro.

“A él (a Dávila) le dicen que en algún momento lo tendrán que llamar y que su abogado tiene que ser Miguel Ángel del Río. Esa instrucción se la dio el coronel Feria. ¿Y quién manda a Feria? Pues, por obvias razones, el presidente Petro”.

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La fuente hizo una comprometedora revelación. Asegura que el coronel Dávila le confió de dónde salieron los 50 millones de pesos que le alcanzó a entregar a Del Río horas antes de su muerte para que lo defendiera.

“Fueron 100 millones de pesos que le dio el coronel Feria a él para que pagara el abogado y se los entregó personalmente y en efectivo. De ahí, le pagó 50 millones de pesos a Del Río y le dio 20 millones de pesos al mayor López Tolosa”.

Unas declaraciones del abogado Miguel Ángel del Río a Blu Radio habían generado un enorme revuelo y puesto el nombre del penalista en el centro de la controversia.

“Cuando ocurre la llamada de la periodista Sylvia Charry, él se comunica con uno de los investigadores y le advierte que lo acaba de llamar una periodista. En ese momento, yo no sabía que era Sylvia Charry. (Dijo) que lo acababa de llamar una periodista y que la periodista estaba siendo insistente y lo estaba presionando. Y que su nombre iba a salir al día siguiente en un informe. Para mí, ese fue el detonante de su situación personal”.

La fuente fue enfática en que el coronel Dávila se preocupó bastante el día en que recibió la llamada de la periodista Silvia Charry, de Cambio, especialmente porque desconfió del abogado Del Río y pensó que fue él quien le dio su número a Charry.

“Lo que lo tenía estresado ese día era que la periodista le marcó y ella no tenía por qué marcarle porque su teléfono solo lo tenía gente muy allegada a él y su abogado (Del Río). Dávila se había reunido con él, el día anterior, y le había contado absolutamente todo”.

El testigo reconoció que Dávila estaba preocupado por lo que estaba ocurriendo. “Incluso él mencionó que hasta se le había pasado por la cabeza suicidarse, él estaba angustiado porque todo se cerró hacia él, y no tenía una válvula de escape. Varias personas le dijimos que lo peor era tener ese abogado (Del Río), el mismo de los patrulleros que chuzaron a la niñera; le hicimos énfasis en que tener el abogado que tiene relación con Petro lo iba a vincular mucho más rápido. De hecho, contactamos a otro abogado”.

La periodista Charry también compartió la situación que había vivido en esa entrevista. “El coronel Dávila me marcó unos 15 minutos antes de quitarse la vida y no le contesté en ese momento. Habíamos hablado dos horas antes de esa última llamada y él ya sabía cuáles eran mis preguntas. Me pesa en alma no haberle contestado, coronel”, aseguró en un trino.

El penalista ha tenido un papel muy controvertido en el caso del coronel. La Fiscalía lo llamó este martes a declarar. Él mismo puso un trino tras conocer de su deceso, en el que asegura que tiene mucha información. “El día de ayer me reuní con el coronel Dávila, quien me buscó para manifestarme que de la Fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron que no se detendrían ‘hasta que corriera sangre’. Hoy se quitó la vida con su arma de dotación. Lo de la Fiscalía es una persecución infame”, sentenció.

En el comunicado que publicó la Fiscalía a tempranas horas este lunes, el ente aseguró que “fueron citados a declaración jurada el abogado Miguel Ángel del Río y el coronel Carlos Alberto Feria Buitrago, jefe de la Casa Militar de la Presidencia de la República. Las diligencias se realizarán el próximo 15 de junio, y hacen parte de los actos de indagación definidos por la muerte del teniente coronel Óscar Dávila Torres, ocurrida el pasado 9 de junio”.

Frente a la citación, Del Río reaccionó de inmediato: “¿ustedes creen que me van a intimidar poniendo mi nombre de primeras en un comunicado gaseoso? Si me van a abrir una investigación, adelante. No tengo nada que declarar. Soy abogado defensor. Denunciaré a Barbosa y los funcionarios que intimidaron al coronel Dávila”, aseguró.

Desde que el abogado Del Río anunció que asumía la defensa del coronel Óscar Dávila, su papel ha generado suspicacias. El penalista es reconocido como afín al gobierno de Gustavo Petro, que precisamente está en medio de un huracán político y judicial por ese escándalo.

La senadora Paloma Valencia, por ejemplo, escribió: “lo que no queda claro es si el abogado está buscando el bienestar de los clientes o el del Gobierno. Evidentemente, hay un conflicto de interés de un militante político presentándose como abogado, sin que sea claro que los intereses de los defendidos son los que priman”.

Del Río ha desplegado una estrategia en Twitter para defenderse con ferocidad de esos cuestionamientos.

Frente a los trinos que ha publicado, “el llamado a declarar era de esperarse”, así lo explica el abogado Daniel Briceño. “Claro que el abogado Miguel Ángel del Río Malo tiene mucho que declarar. Fue una de las primeras personas que calificó como suicidio lo que pasó con el TC Óscar Dávila y lleva todo el fin de semana diciendo que tiene pruebas. Su declaración es fundamental”, señaló.

Los hechos que envuelven la muerte del coronel han llamado la atención del país. En un hecho inédito, sin que Medicina Legal haya esclarecido las causas, el presidente Gustavo Petro y el ministro Iván Velásquez señalaron que se trataba de un suicidio.

Dávila era uno de los policías investigados por el polígrafo que se le practicó a Marelbys Meza, la exniñera del hijo de Laura Sarabia. Fue citado a una declaración jurada junto con el coronel Carlos Alberto Feria Buitrago, jefe de la Casa Militar de la Presidencia de la República.

La muerte del coronel Dávila ocurrió en horas de la tarde en la calle 22 bis n.º 48-40, en el sector de Teusaquillo. En ese momento, según las primeras versiones, iba acompañado de su escolta, se detuvo en el carro y le pidió a su hombre de seguridad que le comprara una botella de agua. Al regresar, se encontró con el coronel sin vida por impacto de bala. Las hipótesis preliminares hablan de un suicidio.

Dávila era nada menos que el jefe de la sala de anticipación encargada de la seguridad del presidente Gustavo Petro, y habría sido quien, por órdenes superiores, debía recuperar el dinero de Sarabia a como diera lugar. Dispuso usar el polígrafo con la niñera Marelbys para determinar si ella se lo había robado.

De izq. a der.: Laura Sarabia, teniente coronel Óscar Dávila y Marelbys Meza | Foto: El País / Semana

La misteriosa oficina de anticipaciones, ubicada en el piso 13 del edificio de la Dian, a unos metros de la Casa de Nariño, que estaba a cargo del coronel Dávila, tiene equipos de inteligencia donados por un país extranjero que permiten el monitoreo de equipos de comunicaciones (como celulares) usando algoritmos que detectan palabras claves en la comunicación.

Allí fue sacada la copia espejo del celular de Marelbys. Esa unidad está autorizada para hacer registros y todo tipo de actividades de “inteligencia preventiva” para evitar atentados o ataques al presidente.

Pero hay un asunto que llama la atención y no ha pasado desapercibido en la investigación que adelanta la Fiscalía. El coronel Dávila, antes de ser llamado para convertirse en uno de los hombres fundamentales en el esquema de seguridad de la Casa de Nariño, era el jefe de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), una serie de unidades de la Policía distribuidas en el país para la persecución de objetivos de alto valor.

El coronel Dávila obedecía órdenes directas del jefe de la Casa Militar de la Presidencia, el también coronel Carlos Feria, quien ha sido cercano al presidente Petro desde que fue el encargado de su seguridad cuando estaba en la alcaldía hace aproximadamente una década.

Justamente, el Cicor n.º 6, con sede en Medellín, es el encargado de la persecución al Clan del Golfo en la región de Urabá, donde operaba Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, uno de los cabecillas de la organización criminal y heredero del otrora todopoderoso narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.

El cuerpo sin vida del teniente coronel Óscar Dávila Torres fue encontrado el pasado 9 de junio. | Foto: Fiscalía General

¿Quién es el coronel Carlos Feria?

Feria es el ‘todopoderoso’ de la seguridad presidencial. Nada alrededor del mandatario se mueve sin su orden o aprobación. La confianza con el presidente Petro es de tal nivel que su cargo, destinado habitualmente para policías con rango de general, esta vez tuvo la excepción de ser asumido por un coronel.

SEMANA consultó con varias fuentes de la Policía e indicaron que la esfera del coronel Feria, al ser el jefe de la Casa Militar, es de resorte directamente del palacio presidencial, y sus movimientos o decisiones dependen directamente del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre).

Sobre la trayectoria del oficial Feria, es bien sabido que desde capitán se profesionalizó en la protección de personalidades, y no es para menos, pues se ha encargado por años de la custodia del presidente Petro, uno de los hombres más protegidos del país.

El coronel Carlos Feria. | Foto: Policía.

También es experto en inteligencia, una cualidad que hoy lo tiene en el ojo del huracán por las graves denuncias alrededor de la seguridad de la esfera presidencial y el supuesto uso del aparato investigativo del Estado en este caso, en el que hay un debate de si se trató de un robo doméstico o un asunto de seguridad nacional.

“Desde capitán, siempre me dio muestras de ser un respetuoso de las normas, procedimientos y siempre pensando en que cada actuación esté dentro de los códigos de ética”, le dijo a SEMANA el director de la Policía, el general William Salamanca. Y fue Salamanca quien hace unos 15 años encargó al entonces capitán Feria del cuidado de varios congresistas en el país y luego, como alcalde, de Gustavo Petro.

En un trino, Miguel Ángel del Río se refirió a la citación de la Fiscalía de esta manera: