El cabo primero Ángel Mauricio Acevedo Torres fue raptado el lunes en el municipio de Villa del Rosario, departamento del Norte de Santander, por "hombres fuertemente armados, vestidos de civil, quienes lo obligaron a subirse a una motocicleta, llevándoselo hasta un lugar desconocido cerca de la frontera", indicó el ejército. Al parecer Acevedo se encontraba de permiso en la vereda Uchema, corregimiento de Juan Frío. El soldado, cuyo secuestro está bajo investigación, estaba de permiso, agregó en un comunicado la autoridad, que busca al uniformado y a los responsables del plagio en la zona. El secuestrado hace parte de la Décima Quinta Brigada del Ejército, el caso se está investigando. "Una vez conocida la información, tropas de la Segunda División, en coordinación con las demás autoridades regionales del departamento, activaron los protocolos de búsqueda y rescate con el objetivo de dar con el paradero de los individuos que se lo llevaron en contra de su voluntad y en estado de indefensión al uniformado", dice el comunicado del Ejército. Le recomendamos: El ascenso a general de un oficial del Ejército que se presentó ante la JEP La vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, rechazó el rapto y apuntó al Ejército de Liberación Nacional (ELN), al Ejército Popular de Liberación (EPL, reducto de la desmovilizada guerrilla maoísta), o a la banda narco Los Pelusos, como presuntos responsables. El Ejército rechazó el secuestro del uniformado "el Ejército Nacional rechaza y condena enfáticamente este repudiable hecho que atenta contra los Derechos Humanos y las normas del Derecho Internacional Humanitario”. "Sepan que el Estado y Gob (de) @IvanDuque harán pagar sus crímenes", escribió en Twitter.
El convulso Norte de Santander es el tercer departamento con más cultivos ilícitos del país. Rebeldes del ELN, reductos de la disuelta guerrilla maoísta EPL y bandas narcotraficantes se disputan el control territorial, además del paso de trochas a Venezuela. También las rentas ilegales derivadas de los cultivos ilícitos, según las autoridades. Los diálogos de paz entre el grupo guevarista y el Gobierno están en punto muerto desde agosto, luego de que el presidente Iván Duque les exigiera liberar a todos los secuestrados en su poder, que el Gobierno calcula en unas diez personas, y cesar las actividades criminales. El Estado ha señalado con insistencia al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela de dar refugio a la guerrilla y de ser laxo con las bandas narcotraficantes que operan en la frontera. Puede leer: Así fue la liberación de Melisa en la Sierra Nevada Colombia y Venezuela, que comparten 2.200 kilómetros de frontera, prácticamente no tienen relaciones diplomáticas desde 2017. La guerra de declaraciones entre ambas naciones escaló en los últimos meses con la llegada a la presidencia de Duque, quien prometió aislar diplomáticamente a la "dictadura" de Maduro. *Con información de AFP