Los delitos de secuestro y extorsión siguen presentándose en el país, ahora mediante nuevas modalidades como el “falso servicio”.
Los criminales se idean diferentes estrategias para intimidar a sus víctimas y, tras las abultadas denuncias, el Gaula de la Policía desarrolló conjuntamente con otras autoridades una operación a nivel nacional, en la que fueron capturadas 115 personas sindicadas de secuestros y extorsiones.
“Esta redada nacional permitió la captura de 115 personas mediante 23 allanamientos, incautando 199 elementos entre armas de fuego, motocicletas y equipos de comunicación utilizados para cometer acciones delincuenciales”, indicó el Gaula.
La autoridad agregó que se golpeó la organización criminal conocida como Los Flash, que se dedicaba a solicitar servicios a domicilio, para luego secuestrar y extorsionar a sus víctimas, en lo que se conoce como el ‘falso servicio’.
“Un año de investigación realizado por uniformados del Gaula, permitieron identificar que alias Marín, recluido en un centro penitenciario de Boyacá, seleccionaba a sus víctimas a través de información publicada en redes sociales por las empresas y transportadores independientes, los cuales eran supuestamente contratados con el fin de llevar minerales, abono y alimento para animales hasta fincas ubicadas en zonas rurales”, explicó la Policía.
“Al menos 18 personas manifestaron haber sido afectados por este grupo al margen de la ley, que las amordazaban, hurtaban sus pertenencias y vehículos; posteriormente, llamaban a sus familiares y empresas para exigir entre 10 y 50 millones de pesos por su liberación y no incinerar los automotores”, indicó la investigación.
Sobre el modus de delinquir, explicó el Gaula que “una vez los conductores se dirigían hacia el lugar acordado, les pedían recoger en el camino a un empleado de la finca que los orientaría hasta el sitio; durante el trayecto, el supuesto trabajador les solicita detener su marcha para atender una necesidad fisiológica, momento en el que los conductores eran abordados por tres cómplices del pasajero quienes con armas de fuego los retenían, sometiéndolos a todo tipo de vejámenes”.
El operativo contra la estructura se desarrolló en Bogotá, Cartagena, Valledupar y Caldas, permitiendo la imputación de cargos contra alias Marín, cabecilla del grupo criminal, quien contactaba inicialmente a los conductores para concretar los negocios.
“También fueron capturados Pelonso, Penca y El Pato, los cuales fungían como supuestos empleados de las fincas y llevaban a cabo los secuestros; Pitufo, capturado en la ciudad de Bogotá, se encargaba de conseguir las armas para la organización; de igual manera, alias La Flaca y Mari recibían el dinero de las extorsiones”, explicó el coronel Gelber Cortés, director del Gaula.
Otra de las capturas y que según las autoridades desempeñaba un papel importante en la organización, es la de alias Brayan, quien custodiaba a las personas secuestradas durante su cautiverio. “Por último, alias Ñeque era el logístico, encargado de amordazar a las víctimas, desactivar el GPS de los camiones y enviaba los videos intimidantes para ejercer presión y lograr el pago de las extorsiones”, explicó el oficial.
La modalidad del falso servicio no es nueva, pero las autoridades han indicado que ha venido aumentando su utilización por las organizaciones criminales, pues no necesitan de un gran aparato criminal para ejecutarla y más bien se aprovechan de la ingenuidad de la gente.
Por esta razón, una de las recomendaciones que hicieron las autoridades es que, al momento de ser contactados, se tomen el tiempo de verificar constatando la información de la persona que los está llamando y la empresa para la que trabaja.
En algunos casos las llamadas para requerir el servicio se hacen desde las cárceles, por eso, dicen los investigadores del Gaula, es importante que la persona que va a prestar el servicio regrese la llamada en distintos horarios para corroborar la legitimidad de la comunicación.