La organización Oxfam denunció que las defensoras colombianas de la tierra, del territorio y del medioambiente están siendo amenazadas y asesinadas por enfrentarse a intereses económicos legales e ilegales, y solicita al gobierno de Colombia estrategias de prevención y protección adecuadas que tengan en cuenta la realidad de estas líderes. Estas agresiones han aumentado un 97 por ciento en el primer trimestre de 2019 con respecto al mismo período del año anterior. Lo más preocupante es que en los primeros tres meses de 2019 se han registrado seis asesinatos de mujeres líderes; en 2018 fueron 16 homicidios, según el informe anual de Somos Defensores. Le puede interesar: Tierralta, el poder político del antiguo fortín de Mancuso De acuerdo a Oxfam, tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016, las economías extractivistas legales e ilegales han ganado aun más terreno en el país, y han entrado en conflicto con los intereses de comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas que viven en los territorios explotados, en especial en sitios en los que las mujeres han impulsado procesos de construcción de paz basados en propuestas de desarrollo alternativas. Entre las agresiones de las que son víctimas estas mujeres se encuentran el acoso judicial, la restricción de movimientos, la vigilancia ilegal, las amenazas y hostigamientos, ataques físicos, desaparición forzada, acoso sexual, amenazas a la familia y chantaje. Le puede interesar: Las seis cifras más alarmantes del informe anual del Alto Comisionado de la ONU Ese incremento en la persecución a defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia, y en particular a los activistas de la tierra, el territorio y el medio ambiente, ha sido denunciado recientemente por la ONU. Aunque los hombres siguen siendo quienes reciben la mayor cantidad de agresiones, “el problema con las mujeres es que con ellas se utilizan métodos de especial sevicia y crueldad”, denuncia Aída Pesquera, directora de Oxfam en Colombia. “Al hombre se le asesina”, explica Jacqueline Romero, líder de Fuerza de Mujeres Wayuu, amenazada en reiteradas ocasiones, “pero la mujer antes de ser asesinada es torturada, es abusada sexualmente. ¿Somos más vulnerables? Sí, porque la sevicia con la que se hace un hecho contra una mujer al hombre no le pasa. Tenemos muchas compañeras que han sufrido violaciones y les dicen “esto te pasó pa que calles la boca”. Aunque los hombres siguen siendo quienes reciben la mayor cantidad de agresiones, “el problema con las mujeres es que con ellas se utilizan métodos de especial sevicia y crueldad”, denuncia Aída Pesquera, directora de Oxfam en Colombia. En ese sentido Oxfam reclama que se diseñen e implementen medidas de prevención y protección para estas defensoras, que tengan enfoque de género, étnico y territorial, y que cuenten con su participación en el proceso. Según explica Pesquera, “la ausencia de mujeres, especialmente afrocolombianas, indígenas y campesinas, en cargos políticos, incide en que sean inadecuadas las medidas institucionales que se adoptan para superar su pobreza y desigualdad, y para garantizar su seguridad. La mayor parte no consideran ni el enfoque de género ni el enfoque diferencial. Esto supone otra forma de discriminación institucional”. En video: Líderes sociales: ¿Quién podrá defenderlos? La ONG también pide frenar el alto nivel de impunidad que rodea los ataques y asesinatos contra las defensoras y detener la estigmatización de ellas por parte de autoridades, instituciones públicas o medios de comunicación, que asocian a los movimientos sociales con los grupos armados o afirman a veces que las amenazas y asesinatos responden a asuntos personales. Para hacerle frente a este flagelo y concientizar a los colombianos, este miércoles 26 de junio, Oxfam puso en marcha la campaña de presión ciudadana “Defendamos su voz”, que busca visibilizar este problema y lograr que el gobierno colombiano tome las medidas solicitadas. La campaña se lleva a cabo junto a la Plataforma de Incidencia Política de Mujeres Rurales Colombianas, Somos Defensores e International Land Coalition. Le puede interesar: Alma, cuerpo y corazón: Mayerli Angarita “Las autoridades”, explica Pesquera, “muestran su preocupación por el tema en espacios internacionales, pero lo minimizan dentro de Colombia. Es urgente colocar la protección de las defensoras en la agenda nacional para reducir el alarmante aumento de homicidios y ataques”.