Todas las encuestas publicadas hasta el momento coinciden en lo mismo: habrá segunda vuelta presidencial y Gustavo Petro tiene un tiquete asegurado en este escenario.
Este hecho ha suscitado inquietud en el Pacto Histórico, en el que la consigna siempre ha sido ganar en primera. Los líderes de esta convergencia política crearon incluso un modelo matemático para determinar, hasta con decimales, cuántos votos necesitan en cada departamento para ganar en primera vuelta. Aspiran a obtener el 51 por ciento de la votación este 29 de mayo.
Saben que, si la elección no se define este domingo, en segunda vuelta pueden poner en peligro su llegada a la Casa de Nariño, pues el sentimiento anti-Petro se les podría venir en contra el 19 de junio, sea quien sea su contendor.
Este hecho lo reconoció el senador Gustavo Bolívar, uno de los escuderos más leales de Petro: “Siento que no hemos dado en el clavo con el candidato que nos puede vencer. Ese candidato no es Fico, no es Fajardo, no es Rodolfo Hernández. Ese candidato es el miedo a Petro”, aseveró el congresista en un video enviado a sus seguidores.
La resistencia que genera el senador de izquierda en un sector de la población, la dispersión de votos hacia otros candidatos, como el caso de Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández, fuera de los múltiples escándalos que le han estallado al Pacto Histórico, dejan ver que es poco probable que Petro gane en primera.
Además, no ha logrado enviar un mensaje tranquilizante a los sectores de centro y centroizquierda –en los que tendría espacio para conquistar votos–, un electorado que no necesariamente quisiera votar por la derecha, pero que guarda reservas sobre qué tan democrático pueda resultar el candidato de izquierda en caso de llegar al Gobierno.
Petro vs. Fico
Los resultados de las consultas del 13 de marzo y las encuestas revelan que el país se inclina nuevamente a una segunda vuelta entre la izquierda que representa Petro y la derecha y centroderecha de Fico.
El exalcalde de Medellín se ha mostrado como el anti-Petro, y parte de su discurso se basa en criticar al senador de izquierda. Por ejemplo, cuando surgió el escándalo del llamado “perdón social” –en el que se vio a Juan Fernando Petro, hermano del candidato del Pacto Histórico, visitando a presos en la cárcel La Picota–, Fico se fue a las afueras de este centro penitenciario a dar una rueda de prensa para criticar a su contendor político.
Fico no pierde oportunidad para aclarar que es “todo lo contrario a Petro” y asegura que es quien mejor canaliza ese sentimiento.
El candidato del Equipo por Colombia tiene de su lado a los partidos con mayor estructura regional: liberales, conservadores, La U, Cambio Radical y los militantes del Centro Democrático, que serán su base para el balotaje.
Estas colectividades, a excepción del Centro Democrático, por convicción o por conveniencia, han estado con el caballo ganador en las últimas tres elecciones presidenciales.
Sin embargo, lo que es su mayor virtud es también su mayor defecto, según sus críticos. El exalcalde de Medellín es tildado como el candidato de la política tradicional, del Gobierno y del continuismo, una narrativa que ha buscado imponer Petro.
Al asociar a Fico con el continuismo, el candidato del Pacto Histórico ha logrado ponerle a cuestas buena parte del desgaste natural que carga la administración de Iván Duque.
Y le ha dado resultado, a juzgar por las encuestas. Según la más reciente medición del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para SEMANA, en segunda vuelta el 44,2 por ciento de los votantes se inclinaría por Petro, y el 34,9 por ciento lo haría por Gutiérrez.
Pero para lograr este resultado, Petro tendría que recurrir al electorado más moderado, que muchas veces se ubica en el llamado centro político, un terreno en el que tiene dos problemas.
El primero de ellos es que su campaña fue agresiva con la Coalición Centro Esperanza, en la que cayeron muy mal las declaraciones de la senadora del Pacto Histórico Isabel Zuleta, en el sentido de que ya habían “quemado” a Sergio Fajardo. Un hecho similar ocurre con Rodolfo Hernández, a quien Petro llamó “multimillonario corrupto”. Difícilmente, estos candidatos saldrán a tomarse la foto con él.
Y el segundo elemento es que este electorado de centro suele ser más voluble, no obedece de manera fiel las instrucciones de sus líderes. Según indagó SEMANA, Carlos Amaya, Alejandro Gaviria, Juan Fernando Cristo y el sector político de la alcaldesa Claudia López se inclinarían por Petro en un escenario en el que se enfrente a Fico, pero sus seguidores no necesariamente harían lo mismo.
Prueba de ello es que la encuesta del CNC plantea cómo sería la migración de votantes de primera a segunda vuelta. Y los resultados son llamativos. Si se enfrentaran Petro y Gutiérrez, el 50,7 por ciento de los votantes de Fajardo se irían con el candidato del Equipo por Colombia, y el 21,4 por ciento lo harían con Petro. En el caso de Hernández, el 38,2 por ciento de su electorado se iría con Fico, y el 22,8 por ciento, con el senador de izquierda.
De esta manera, el pulso podría resultar mucho más apretado de lo previsto, aunque el malestar que existe con la política tradicional podría costarle a Fico.
Petro vs. Rodolfo
El escenario para el Pacto Histórico resultaría más complejo, según las encuestas y los análisis de expertos, si el que pasa a segunda vuelta es Rodolfo Hernández.
El exalcalde de Bucaramanga ha tenido un repunte sorprendente en los sondeos y podría poner en serios aprietos la llegada de Petro a la Casa de Nariño. En caso de enfrentar a Hernández, el senador de izquierda no podría recurrir a la narrativa del cambio versus el continuismo, pues el ingeniero también se ha mostrado como un hombre antiestablecimiento, alejado de las estructuras políticas tradicionales.
Pero, además, el ingeniero no genera tanto temor como el candidato del Pacto Histórico, por lo que podría fácilmente recibir los votos de las mayorías del centro y de la derecha. “El ciudadano ve en Hernández el voto de castigo al Gobierno actual y, además, puede hacerle contrapeso a Petro, cumple con los dos requisitos.
Y este escenario lo reflejan las mismas encuestas. Según la medición del CNC, en segunda vuelta ambos candidatos estarían empatados con el 40,5 por ciento de la intención de voto.
Hernández es visto con buenos ojos en la derecha. De hecho, el candidato Federico Gutiérrez no descartó una alianza con el exalcalde de Bucaramanga en segunda vuelta, pues “todos aquellos que defienden la democracia deberían estar juntos para evitar que gane Gustavo Petro”.
Y también cae bien en el centro. A excepción de Antonio Sanguino, que votaría en blanco, y Alejandro Gaviria, la mayoría de los miembros de la Coalición de la Esperanza se irían con el ingeniero.
Así lo muestra el sondeo del CNC. En un escenario Petro versus Hernández, el 63,4 por ciento de los votantes de Fico apoyarían al exalcalde de Bucaramanga y solo 7,9 por ciento respaldaría al líder del Pacto Histórico. En cuanto a los votos de Fajardo, el 51 por ciento estaría con Hernández, y el 20,8 por ciento, con Petro.
No obstante, Hernández tiene dos elementos que juegan en su contra: el primero, es considerado como un salto al vacío para un sector de la población; y, el segundo, el proceso judicial en su contra, precisamente por corrupción, a causa de el escándalo de Vitalogic, podría ser un as que le saque Petro en cualquier momento.
Según las encuestas, Petro parte como el más opcionado para llegar a la Casa de Nariño y su narrativa de acabar con el continuismo ha calado. Pero el antipetrismo también es muy grande y ya le costó en años anteriores. De no ganar en primera vuelta, podría ver frustrado su tercer intento por recibir la banda presidencial.