Los integrantes de la segunda delegación de víctimas de la violencia armada interna en Colombia expresaron el miércoles su satisfacción por el hecho de haberse reunido con los representantes del gobierno y las FARC en el marco del proceso de paz que las partes adelantan en la capital cubana. "Las víctimas que hacemos presencia en este segundo encuentro llegamos sin presiones (y) con la posibilidad de expresar lo que pensamos y sentimos", aseguró en una rueda de prensa Jessica Hoyos, cuyo padre sindicalista fue asesinado en el 2001 por paramilitares y militares corruptos, según las investigaciones en Colombia. En la misma rueda de prensa, en el sector de El Laguito, la exsenadora Consuelo González de Perdomo, quien estuvo en poder de las FARC por más de seis años, sostuvo que lo importante del encuentro de la jornada fue que los actores del conflicto tuvieron oportunidad de escuchar a las 12 víctimas. Fueron "muchísimos minutos dolorosos de cada una de las víctimas. Han reconocido, en el caso de los señores de la guerrilla de las FARC, que sus acciones han causado muchísimo dolor, y han manifestado su disponibilidad y su voluntad de hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para contribuir a que estos insucesos lamentables e inhumanos que se generan tras de un conflicto no se sigan repitiendo en el país", explicó González. También estaba en el salón Marisol Garzón, hermana del periodista y humorista Jaime Garzón, asesinado en Bogotá hace 15 años por paramilitares y militares deshonestos, según las pesquisas de la Fiscalía colombiana. Para Garzón, "hubo una actitud de respeto, una actitud de escucha y creo que largamente expusimos lo que sentimos, lo que pensamos, lo que queremos... Nos vamos con mucha esperanza y con el deseo de seguir construyendo un país diferente y con el deseo también de que los derechos humanos sean respetados". Las 12 personas expresaron la necesidad de un cese bilateral del fuego para evitar más víctimas, y Esaú Lemus Maturana y Gabriel Bisbicus, en representación de las comunidades negras e indígenas, clamaron por el respeto a sus comunidades, a sus gobiernos propios y por los reglamentos internos de convivencia de sus comunidades. Temprano en la jornada, las víctimas de guerrilleros, paramilitares y agentes del Estado habían participado en una sesión del diálogo de paz. "Queremos en esta ocasión darles nuestro saludo de bienvenida a todos y a todas, abriendo nuestros corazones, de manera especial hacia quienes hacen parte del grupo de víctimas, independientemente de su procedencia y sus visiones respecto a la realidad de la confrontación", expresó el comandante rebelde Iván Márquez, en un discurso pronunciado al inicio de la reunión y enviado a la AP por correo electrónico. "Sin duda ustedes tienen un papel muy importante si lo que se desea realmente es buscar y ofrecer alternativas a la guerra y al desangre nacional", agregó Márquez. Un reporte de la televisión cubana mostró imágenes de la reunión en la que se vio a una docena de personas, representantes de las víctimas directas o indirectas del conflicto, reunidas con los delegados de las FARC y del gobierno Santos. Los asistentes guardaron un minuto de silencio por las víctimas. Algunas de las víctimas llevaron en una bandeja un nicho de flores y unas velas encendidas y se la entregaron a algunos de los miembros de las delegaciones del gobierno y de los guerrilleros. Las 12 víctimas de las guerrillas, de paramilitares y de agentes del Estado corruptos fueron seleccionadas por Naciones Unidas, la Universidad Nacional y la Iglesia Católica y llegaron a la capital cubana el martes. Después de la visita del segundo de cinco grupos de víctimas, las FARC y el gobierno emitieron un comunicado conjunto en el que le agradecían a estas personas contar sus historias del conflicto. Además, aclararon que también participaron expertos para mostrar ejemplos de algunas comisiones de la verdad en el mundo.  Paralelamente a la segunda visita de víctimas a La Habana, se instaló la subcomisión de género de la Mesa que analizará el caso particular de las mujeres y de la comunidad LGTBI en el conflicto. Sus integrantes son cinco miembros de cada delegación más asesores externos. Como mínimo, se reunirán una vez en cada ciclo.