Desde que un debate por televisión el 26 de septiembre de 1960 inclinó la balanza a favor de John F. Kennedy como presidente de Estados Unidos y dejó a Richard Nixon como perdedor, la política cambió para siempre. Años antes, en 1936, George Gallup hizo la primera encuesta con el propósito de predecir los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos y acertó, advirtiendo la victoria de Franklin D. Roosevelt.
Hoy, en las democracias modernas, nadie se mueve en política de manera tranquila y confiada sin encuestas y sin debates. Estas dos herramientas se convirtieron en un binomio poderoso para que los ciudadanos tengan elementos de juicio sobre las tendencias políticas en disputa.
Kiko Llaneras, periodista del diario El País y doctor en ingeniería industrial, quien ha estudiado el tema de los debates presidenciales en el mundo, asegura que son influyentes en la decisión de los electores. Pero, ante todo, son un aspecto comprometedor para los candidatos, pues es como “caminar por un sendero estrecho con un precipicio al lado”. Llaneras recuerda, por ejemplo, cómo Rick Perry, entonces gobernador de Texas, en las primarias republicanas de 2012 llegó a ellas siendo el favorito, pero se evaporó en los debates.
César Caballero, gerente de Cifras y Conceptos en Colombia, admite el gran impacto de los debates y las encuestas en el voto de los electores, pero, sobre todo, en los indecisos. Y allí es donde SEMANA está llenando el gran espacio.
Carlos Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría, considera que los debates y las encuestas les ponen “transparencia” a las elecciones, mientras que las redes sociales, otro gran protagonista del debate electoral, polarizan y enrarecen.
Ante esta realidad cada vez más contundente, SEMANA se consolida como el medio de comunicación de vanguardia en el manejo de estas herramientas en Colombia, con el fin de que los ciudadanos se formen su propia opinión sobre las propuestas políticas que encontrarán en las urnas en 2022.
Esta casa editorial le madrugó esta vez a los debates presidenciales. Su directora, Vicky Dávila, realizó el primero de estos encuentros el pasado 24 de octubre, al que invitó a todos los precandidatos uribistas. Estuvieron María Fernanda Cabal, Alirio Barrera, Rafael Nieto Loaiza, Paloma Valencia y Óscar Iván Zuluaga, quienes luchan por quedarse con la candidatura del uribismo. El debate sirvió de antesala a la escogencia de su candidato a la presidencia, lo cual ocurrirá el 22 de noviembre.
Este domingo 7 de noviembre será el segundo debate presidencial, esta vez con cinco aspirantes de diversas corrientes políticas. Los invitados serán Federico Gutiérrez, independiente, y quien figura de segundo en intención de voto en diversas encuestas después de Gustavo Petro; Juan Carlos Echeverry, de origen conservador; David Barguil, ungido como candidato del conservatismo el pasado viernes, y los independientes Rodolfo Hernández y Enrique Peñalosa.
Los cinco aspirantes a la presidencia tienen rutas muy diferentes. Y muchas cosas para explicarles a los colombianos. El debate electoral de 2022 es de mucha importancia para el país. Tal como están las cosas, el asunto en discusión no es si se elige a un candidato o a otro, sino si se mantiene el actual modelo político y económico o hay un giro de fondo.
De ahí que los debates con los candidatos sean una oportunidad extraordinaria para que los colombianos conozcan de primera mano lo que proponen los aspirantes a la presidencia y comiencen a hacer sus apuestas. SEMANA prepara también la más amplia medición jamás hecha en Colombia sobre intención de voto. Este medio será el de los grandes debates y las grandes encuestas, con miras a las elecciones de 2022.