Los médicos del país han venido denunciando la falta de elementos de protección para afrontar la pandemia del coronavirus e incluso a quienes han decidido renunciar a sus cargos por no tener las condiciones mínimas para desarrollar su trabajo.
En el programa ‘Al Ataque‘ con Salud Hernández, varios médicos de diferentes regiones de país hablaron sobre la difícil situación que viven. Pedro Luis Álvarez, pediatra del Hospital de Chocó, relató el complejo escenario que vive al departamento luego de que el único centro asistencial de segundo nivel fuera cerrado por un brote entre sus trabajadores. “Vivimos una situación muy crítica. Este es el hospital de segundo nivel, en unas condiciones siempre precarias. Ahora no logramos organizarnos para afrontar la pandemia y el virus nos ha atacado. Nos ha encontrado absolutamente sin defensas”, explicó. De acuerdo con Álvarez, la mayoría de los trabajadores fueron enviados a cuarentena, lo que significa un problema grave porque esta era la institución de salud más importante del departamento. “Los más sensible es que del hospital más de la mitad está en su casa en cuarentena. Eso quiere decir que el departamento del Chocó tiene su único hospital de segundo nivel cerrado. Esto va a hacer mucho más grave la situación y más difícil el panorama”, dijo el médico. También es importante tener en cuenta que la mayoría de los trabajadores del hospital se desempeñan en otras IPS, por lo que todo el departamento está sin trabajadores de la salud cuando más los necesitan. “La situación es muy complicada porque los especialistas somos los mismos que trabajamos en otras IPS y estando en cuarentena el departamento entero se queda sin profesionales de segundo nivel”. Además, el médico pediatra explicó que no les han brindado elementos de protección desde las instituciones y lo que tienen ahora es ”gracias a donaciones”. “La comunidad no entiende muchas cosas y ve al trabajador del hospital como una fuente de probable contagio y no reconoce su irresponsabilidad porque andan en las calles sin ningún tipo de protección”, concluyó Álvarez. El médico invitó a “revisar todo para tener una situación menos calamitosa”. Francisco Ruiz, médico de Neiva despedido por exigir los elementos de seguridad, manifestó: “La gente no ha querido entender, sobre todo los empleadores, que los médicos necesitamos protegernos para proteger a la comunidad. Mire lo que pasó en el Chocó, los médicos enfermos y la comunidad está condenada al colapso”. “Lo importante es que el personal de salud está expuesto no solamente a la covid-19; también estamos expuestos a un manoseo laboral por parte de los empleadores desde la Ley 100. Los médicos entraron a formar parte de un grupo marginado de la sociedad colombiana a nivel laboral”, agregó. Harold Effer, médico que trabaja en La Guajira, también aseveró que la situación en su departamento es precaria y ni siquiera tienen tapabocas N95. “No tenemos elementos de protección personal para combatir la covid-19. Hemos recibido donaciones, pero no hemos recibido esos elementos de las instituciones. No tendríamos por qué solicitarlos, sino ser dotados al llegar a nuestro lugar de trabajo. No tenemos una mascarilla N95 ni un vestuario adecuado”, explicó. “N95 es lo mínimo para reducir el contagio para alguien que está contagiado o es sospechoso, pero para nosotros los médicos todos son sospechosos”, dijo Armando Arango médico especialista en Bogotá. El llamado de los trabajadores de la salud es que sus instituciones y ARL los protejan y les brinden las condiciones mínimas para no contagiarse, lo que sería una tragedia teniendo en cuenta que ellos son la primera línea de defensa contra el virus y las otras enfermedades que aquejan a los ciudadanos.