La Procuraduría General de la Nación sancionó este martes con destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos por 10 años al congresista del Partido de La U Eduardo Carlos Merlano.  De nada valió la petición del senador quien al principio de la audiencia en la que conocería el fallo disciplinario en su contra, solicitó al Ministerio Público que se cambiara la tipicidad de su falta disciplinaria. La Procuraduría tuvo en cuenta que en una audiencia el senador pidió perdón. El cargo dictado a Merlano fue tráfico de influencias. Esto tras comprobarse que el legislador llamó al centro de control de la policía de Barranquilla (Atlántico) para evitar una prueba de alcoholemia (ver video sobre la prueba). Además quedaron registradas en video las declaraciones en las que Merlano adujo que no le podían hacer el procedimiento ya que era un senador. "Nunca debió acudir a su investidura de senador para influir en los policías", dijo el Ministerio Público.  Héctor Carvajal abogado de destituido senador Merlano pidió el recurso de reposición y que se suspendiera la audiencia por un tiempo no menor a 15 días para estudiar los 170 folios de la decisión. La procuradora delegada aceptó la solicitud, pero sólo concedió dos horas de plazo. Fueron varias las pruebas presentadas por la Procuraduría, entre ellas seis testimonios de policías que hicieron el retén, además de los tres videos grabados en un celular. A ellos se sumó un audio de 7 minutos de la llamada a la línea de emergencia 123 que hizo Merlano.  "La llamada produjo que un oficial se acercara para corroborar un presunto maltrato que no se presentó", señaló la Procuraduría . "Lo dicho por el senador está desmentido por las pruebas que llegaron al proceso", añadió (vea Merlano pidió perdón). La defensa argumentó que el senador Merlano no se quiso hacer la prueba de alcoholemia ya que le dio desconfianza el retén. Para la Procuraduría ese argumento no es cierto pues Merlano viajaba sin escoltas porque consideró seguro el trayecto, en el retén había más de 12 policías y durante sus declaraciones nunca manifestó sentirse inseguro.  Para el Ministerio Público su falta se agravó luego de que se conociera que Merlano no tenía licencia de conducción. "Lo que la sala sí consideró irregular es que Merlano no permitiera aplicar la acción preventiva que era la inmovilización. Y resaltó que por todos los medios impidió que se inmovilizara el vehículo".  "Sí hubo dolo", señaló el Ministerio Público, al negar los argumentos de la defensa en los que se indicó que no se quiso influenciar a mandos de la policía. "El senador sabía lo que hacía pues en su condición de legislador conoce la ley".  Uno a uno la Procuraduría rechazó los argumentos de la defensa, entre ellos el que Merlano tenía una dolencia en la columna. La Procuraduría se preguntó por qué él con la dolencia iba manejando el vehículo. También señaló que tener una aparente dolencia no implicaba que no se hiciera la prueba.  Los hechos ocurrieron la madrugada del 13 de mayo del 2012 cuando el senador se transportaba en su camioneta con varias personas cerca de la ciudad de Barranquilla.  No hubo maltrato policial  El Ministerio Público no vinculó a ninguno de los policías que realizaron el retén por el aparente mal procedimiento y permitir que Merlano se fuera. "La sala jamás encontró una conducta irregular". Incluso al general Óscar Pérez Cárdenas se le archivó la investigación.  Para la Procuraduría no es cierto que los policías hubiesen maltratado a Merlano y sus acompañantes y, por el contrario, señaló que este fue un procedimiento ajustado, “normal y tranquilo”.  También se escuchó el resumen de los testimonio de los acompañantes de Merlano. Uno de ellos el de Vanessa Milena Molina, quien afirmó que los policías no se comportaron de manera adecuada y que trataron a Merlano de “senadorcito borracho”. Además señalaron que en ningún momento estaban tomando y que por el contrario iban para el médico por un dolor de columna.