Ana de Franco, con 82 años de edad, era una de las peregrinas que se encontraba en Jerusalén con el padre Chucho cuando estalló la guerra en Israel. Este viernes, 13 de octubre, llegó a Bogotá en el vuelo humanitario que repatrió a los connacionales que estaban varados en Israel.
SEMANA tuvo la oportunidad de conversar con ella en el aeropuerto El Dorado, donde la esperaba su familia. Su relato es espeluznante.
“Estábamos en Jerusalén cuando sentimos las bombas. Vimos los aviones de guerra que pasaban por encima, y después vimos el cielo iluminado. Estábamos comiendo y cuando de pronto sonó la alarma. En ese momento nos dijeron al búnker, al búnker, al búnker. Todos se fueron adelante, pero yo me quedé al golpecito y llegué allá”, narra de Franco.
Ana es una mujer dedicada a su fe católica, pues afirmó que en esos momentos de angustia e incertidumbre fue cuabdo más se apegó a Dios: “Yo confiaba en Dios, la confianza en Dios era lo primero. El que no confía en Dios está perdido”, aseguró al contar que fue de las últimas en entrar al búnker.
Visiblemente emocionada mostró su alegría por estar de nuevo en Colombia y reencontrarse con su familia, que la recibió con flores, además de expresar su agradecimiento con Dios y la vida por darle una segunda oportunidad.
“Me recibieron con flores y con bombas. Gracias a Dios. Mis hijas. Estoy feliz y contenta”, aseguró.
Aprovechó también para mandar un mensaje a los colombianos que aún están en Israel y que llegan este sábado, 14 de octubre, en la madrugada.
“Que Dios los traiga con bien, que aquí los esperamos. Manda al padre Chucho, que él es nuestro sucesor de todos nosotros, y que Dios quiera que lleguen hoy mismo a Colombia”, pidió Ana.
Ana se encontraba en una misión de peregrinación con el padre Chucho y no era la primera vez que lo hacía. Su hija, Estela Franco, aseguró su mamá no se ha perdido ningún viaje. “El año pasado también estuvo en Grecia con él. Y pues este año ella quería conocer Roma y todos esos países, cuatro continentes que quería visitar. Se dio la oportunidad y logramos que ella fuera a conocer”, manifestó.
“Uno sabe donde nace, pero no donde muere”
Estela Franco, hija de Ana de Franco, contó a SEMANA que estaban muy “preocupados” por la situación de su madre Ana en medio de las noticias que llegaban de Israel por los bombardeos y ataques que Hamás ha realizado contra territorio israelí.
“Estábamos esperándola desde las 10:00 p. m. Gracias a Dios los recibimos (repatriados) a todos”, manifestó.
Estela también detalló lo que sintió cuando se enteró de la guerra en Israel, justo donde se encontraba su madre: “Nosotros estábamos confiando en Dios. Sabíamos que iban seguros y que no les iba a pasar nada. Nos angustiamos mucho porque sabemos que es una guerra”.
En medio de todo eso, se pasaron algunos pensamientos negativos por la mente de Estela.
“Yo dije, será que a mi mamá, con los años qué tiene, le va a tocar morir en otro país. Pensaba eso porque mi mamá es una persona tranquila. Y como uno sabe donde nace, pero no donde muere”, puntualizó.
Así como Ana son varios los colombianos que llegaron y ya están desplazándose a sus lugares de origen desde el aeropuerto El Dorado.