El espaldarazo del excandidato presidencial Sergio Fajardo a Claudia López no es inusual, es uno de sus padrinos políticos, incluso Claudia su fue dupla para aspirar a la Presidencia en 2018. Sin embargo, sí es significativo en momentos en que López está haciendo una de sus grandes apuestas como alcaldesa de Bogotá. Se trata del protocolo de protestas que tuvo que estrenar muy poco después de anunciarlo. La fórmula es novedosa y tiene como último recurso el uso de la fuerza del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad. Los pasos previos son la sanción social para quienes se alejen de la protesta pacífica; el acompañamiento de madres gestoras de paz, tanto de marchantes como de la fuerza pública; los gestores de convivencia, que son funcionarios de carácter civil fácilmente identificables por sus chaquetas rojas; la intervención de la Policía y el Esmad.
Fajardo, quien no suele opinar de todos los temas de coyuntura, explicó por qué le parece que López lo “hizo muy bien”. En primer lugar, Fajardo resalta que López le explicara previamente a los ciudadanos qué entiende por protesta social. “Empezó señalando que ella no entiende eso como un problema de seguridad, sino un problema de discusión social, y explicó cuál era el sentido de las intervenciones que quería hacer de acuerdo a los principios políticos que ella había enunciado”, dijo el exgobernador de Antioquia. Desde que era candidata a la Alcaldía, Claudia López dijo que no estaba de acuerdo con la represión durante las protestas, y tenía claro que uno de sus principales retos del inicio de su administración serían las manifestaciones. Fajardo considera que López ha sido coherente y consistente, y ha utilizado la pedagogía, lo cual califica como una manera de “buen gobierno”.
“Se dan unos disturbios y todos los pasos que se dieron fueron coherentes con lo que ella había explicado previamente, eso es importante (...) Se pueden afinar ciertos detalles. Lo que hizo ella es una buena forma de gobierno, me parece que estuvo bien”, aseguró. Este modelo prioriza el diálogo, sin embargo, no le ha parecido efectivo a todo el mundo. Por ejemplo, el senador Gustavo Petro, quien está del lado de la oposición, asegura que es la “repetición de lo mismo”, porque el pasado jueves el Esmad tuvo que actuar en inmediaciones de la Universidad Nacional.
Otras personas le dan el beneficio de la duda a la alcaldesa, porque solo ha utilizado el protocolo una vez, y tal como ella lo describe el ideal es que los ciudadanos protesten pacíficamente para que en Bogotá no vuelva a salir el Esmad. La prueba de fuego se dará el próximo 21 de enero, día en que está convocada la marcha del paro nacional, cuyo epicentro está en Bogotá.