Sergio Fajardo, el candidato de la coalición Centro Esperanza, ha sufrido una verdadera metamorfosis por cuenta del descalabro que tuvo en las pasadas consultas del 13 de marzo, pero además por su desinflada en las más recientes encuestas.
Fajardo pasó de ser en 2018 el candidato con la imagen del profe y la esperanza a ser hoy un contrincante hostil y agresivo que busca llegar a la Casa de Nariño como sea.
Sus aliados políticos y mediáticos han emprendido una estrategia para desvirtuar las encuestas. Esto en el contexto de su autodenominada “remontada”. Luego de que obtuviera solamente 723.000 votos en la consulta, un número por debajo de los votos registrados por Francia Márquez, la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, el exgobernador de Antioquia actúa como si tuviera un derecho heredado para ser presidente.
Lo cierto es que Petro lo cuadruplica en las encuestas y Fico lo triplica. Por eso hoy es matemáticamente imposible el paso de Fajardo a la segunda vuelta. Y, en su caso, leer lo que pasaría con él en una segunda vuelta resulta inútil, ya que no es un caso probable. Es más, la mayoría de los votantes de Fajardo se iría con Fico en la segunda vuelta, según la encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA.
Pero aquí no se trata solamente de un tema de encuestas. PredictIt, un mercado de predicción virtual que funciona desde Nueva Zelanda, le da a Fajardo una probabilidad de apenas 1 % de ganar las elecciones presidenciales. Al igual que en las encuestas, los favoritos son Petro y Fico.
Parte de la metamorfosis de Fajardo viene desde hace cuatro años, cuando empezó a rodearse de varios integrantes del círculo más íntimo de Juan Manuel Santos.
Invamer, otra firma encuestadora que es conocida por ser afín a Fajardo y que siempre intenta posicionarlo como el único que podría derrotar a Petro, recientemente divulgó una encuesta en la que Claudia López, la fórmula vicepresidencial de Fajardo en 2018, viene en caída libre. El 86 % de los ciudadanos cree que las cosas en la capital del país están empeorando y el 66 % desaprueba la gestión de la alcaldesa. La inseguridad, los constantes shows mediáticos y los pocos resultados de Claudia López han golpeado a Fajardo a tal punto de que muchos votantes empiezan a ver que un posible gobierno suyo podría ser igual de desastroso que el de Claudia López en Bogotá.
En vez de estar culpando a los demás por su desinflada, Sergio Fajardo debería revisar que, como lo dijo la propia Angélica Lozano en una reciente entrevista con SEMANA, su tiempo tal vez ya pasó.