Todavía hay conmoción en el municipio de Quetame, Cundinamarca, después de la emergencia registrada la semana pasada por una creciente que deja, hasta el momento, 26 personas muertas.
La situación ha prendido las alarmas por otras emergencias que se puedan presentar en todo el territorio nacional, especialmente por las fuertes lluvias que se registran en algunos lugares.
Frente a la emergencia registrada y que interrumpió el paso por la vía Bogotá-Villavicencio, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) se encuentra monitoreando la situación desde el pasado 18 de julio con el objetivo de recolectar información para que las diferentes autoridades tomen acciones de prevención y atención.
En ese sentido, el SGC alertó que en Quetame y sus alrededores todavía continúan las condiciones inestables en el terreno, por lo que enfatizó que de seguir las lluvias, es muy alta la probabilidad de que se vuelvan a registrar movimientos de masa parecidos a los que generaron la emergencia.
Por lo anterior, el Servicio Geológico hizo un llamado para que se instale un Sistema de Alerta Temprana (SAT) con el objetivo de monitorear la quebrada El Naranjal y el río Contador, advirtiendo de esta forma avenidas torrenciales que pueden afectar la infraestructura del lugar.
Asimismo, indicó la importancia de seguir monitoreando los movimientos de masa que se puedan presentar en el área urbana de Quetame, para de esta forma evaluar su evolución y lograr definir zonas que deben ser evacuadas, esto con el objetivo de evitar más víctimas.
Además, el SGC señaló la importancia de generar los actos administrativos pertinentes para que, en el área donde ocurrió la tragedia, se modifique la reglamentación del uso del suelo y se evite de esta forma la construcción de viviendas en zonas de amenaza alta por avenidas torrenciales.
Finalmente, Julio Fierro Morales, director general de la entidad, hizo un llamado a todos los gobiernos locales, autoridades y empresas para que se realicen los estudios previos requeridos en las obras de infraestructura y así reducir posibles riesgos y prevenir nuevas tragedias como la de Quetame, que ha generado conmoción y tristeza en todo el país.
“Hay zonas del país como la región Andina en donde confluyen una serie de factores que aumentan la probabilidad de ocurrencia de movimientos en masa y es fundamental que toda vía o puente que se construya tenga en cuenta esto”, advirtió el funcionario.
¿Qué fue lo que ocurrió en Quetame?
Por otra parte, el Servicio Geológico explicó que en términos geológicos lo ocurrido en la zona de la emergencia fue una avenida torrencial o flujo de detritos, lo que hace referencia a un tipo de movimiento de masa provocado por un incremento en las lluvias en un corto período, el cual, en este caso, generó el desbordamiento de la quebrada El Naranjal y del río Contador.
En esa misma línea, la entidad precisó que la zona de la emergencia es proclive a este tipo de situaciones debido a que tiene pendientes escarpadas y valles profundamente entallados que, sumado a las fuertes lluvias, ocasionan caudales considerables.
“Todas estas condiciones generan una alta producción de sedimentos, relacionados con movimientos en masa de gran tamaño, así como la concentración de caudales líquidos, ambos elementos fundamentales para la generación de avenidas torrenciales”, apuntó el SGC.
Cabe señalar que este lunes, 24 de julio, el presidente Gustavo Petro lideró un puesto de mando unificado (PMU) desde Quetame y anunció una serie de medidas para mitigar la tragedia.
El mandatario ordenó la reubicación de las familias damnificadas que se encuentran en la zona de emergencia y de la misma manera indicó que se construirán dos puentes “militares” para que se pueda solucionar el problema de movilidad que se vio afectado por la creciente.