Un estudio presentado por el Observatorio de Violencias Políticas a las Mujeres reveló que las mujeres que participan en política están expuestas a ataques machistas, menosprecio de sus capacidades, entre otros tipos de violencia.
El estudio analizó información de diferentes plataformas digitales como Twitter, portales web y medios de comunicación, relacionada con mujeres en la política, tanto candidatas a la Presidencia de la República, como a la Cámara de Representantes y el Senado. La información se analizó desde el 1.° de enero hasta el 20 de marzo del presente año.
Así mismo, el informe señaló que mujeres con fuerte presencia en redes sociales sufrieron ataques que fueron agrupados en estas categorías: menosprecio de capacidades, desprestigio, sexualización, menosprecio físico e instrumentalización. Entre algunas mujeres que sufrieron este tipo de estigmatización se resaltan Ingrid Betancourt, Francia Márquez, María Fernanda Cabal, Angélica Lozano, Paloma Valencia y Katherine Miranda
“La violencia política sigue siendo una barrera importante que dificulta que las mujeres entren y se mantengan en la política. Su manifestación en el ámbito digital es una de varias demostraciones de violencia, pero una que necesita ser analizada y abordada urgentemente tanto como desafío para la democracia, para la sociedad, como también para los partidos políticos”, señaló Sarah Herold, coordinadora del proyecto FESminismos de la Fundación Friedrich Ebert.
El informe también reveló que hay una fuerte tendencia por encasillar a las mujeres como “títeres” de hombres reconocidos, descartando su agencia, trayectoria o liderazgo que pueda tener independientemente.
Ejemplos destacados se pueden encontrar en la red social Twitter, en donde las políticas mencionadas fueron víctimas de comentarios machistas.
En el caso de Francia Márquez, fórmula presidencial de Gustavo Petro, algunos de los comentarios más comunes que recibió tienen que ver con su origen: “Solo por ser mujer y ser negra es que tienen a Francia Márquez en el Pacto Histórico. No es por méritos, ella es un simple adorno de Gustavo Petro para dar ilusión de que su movimiento es tolerante e incluyente”, se lee en uno de los tuits recopilados por el informe.
Entre los descalificativos que se usan son “loca” o palabras que resultan ser sexualizantes y, en muchos casos, negativas.
Otro ejemplo que se lee es: “¡Vieja asquerosa! Ni su marido paraco vota por usted. Usted es todo lo que una mujer nunca debe ser”, en un tuit dirigido a la senadora María Fernanda Cabal.
“La violencia política contra las mujeres es producto de la cultura machista y patriarcal imperante, que representa un obstáculo en el camino hacia democracias paritarias y más representativas. Es necesario tener mecanismos eficaces y transparentes para contrarrestar las distintas manifestaciones de esa violencia política y hoy es imperante que se tenga un énfasis en la violencia digital por el mayor uso de las redes sociales en las campañas políticas y la digitalización de muchas áreas de la vida. Allí los gobiernos, los partidos y movimientos políticos y en general la sociedad debe hacer todos los esfuerzos por prevenirla, erradicarla y sancionarla”, dijo Alejandra Trujillo Uribe, coordinadora de proyectos en temas de género y partidos de la Fundación Friedrich Ebert en Colombia.
El estudio también reveló que este tipo de narrativas pueden ser catalogadas como violencia psicológica, debido a que desestima, degrada o busca controlar las acciones, comportamientos y decisiones de otras personas, usando la intimidación, manipulación o amenaza.
Por otro lado, uno de los picos en donde las mujeres más enfrentan este tipo de violencias es especialmente cuando están en momentos importantes de campaña, preparación de contienda, debates públicos, declaraciones en medios sociales y publicaciones con grandes alcances en redes sociales.
Durante el período analizado, el informe reveló que el mayor aumento de publicaciones hacia las candidatas fue el día de las elecciones del pasado mes de marzo.