SEMANA: ¿Qué opina de la propuesta de perdón social del candidato Gustavo Petro?

John Milton Rodríguez (J. M. R.): Entiendo que Colombia tiene un Estado social de derecho donde quienes han sido declarados culpables de algún delito, como es el caso de la corrupción o cualquier otro delito, y que están pagando penas en las cárceles, tienen una debida sanción y el tema del perdón social no cabe ahí.

El perdón social es violentar el Estado social de derecho. No cabe dentro del elemento jurídico y es un acto irresponsable que un candidato esté haciendo ese tipo de componendas politiqueras para ganar unos votos más. Eso es desespero por llegar al poder.

SEMANA: ¿Qué opinión tiene sobre la reunión entre el hermano de Petro e Iván Moreno?

J. M. R.: Me parece que simplemente es hacerle el juego al delito, al corrupto, hacerle el juego a todo aquello que va en contra de los principios y valores de una sociedad. Yo soy de la línea de que las propuestas y el desarrollo político se hace en las calles de Colombia hablando con gente honesta, con gente trabajadora, que es la gente colombiana.

SEMANA: En SEMANA Juan Fernando Petro dijo que su encuentro con Moreno no tenía que ver con la propuesta del candidato, ¿usted cree esa versión?

J. M. R.: No creo. Porque entonces estaría desmintiendo a su propio hermano. Entonces por qué su hermano está proponiendo el perdón social, o sea, si van a decir mentiras pues que se pongan al menos de acuerdo en la mentira, hombre. Que no le falten el respeto a la inteligencia del resto de los colombianos.

SEMANA: Petro dijo que Moreno “fue un corrupto”, es decir en pasado, y que sería la persona ideal para implementar ese perdón social. ¿Qué opina de esas declaraciones?

J. M. R.: Eso es como decir que aquel que fue violador de niños lo pongamos al frente de una guardería, o sea, es tan ridículo como eso.

SEMANA: ¿Qué opina de que en el país se abra esa posibilidad de que los corruptos salgan de las cárceles?

J. M. R.: Al contrario, en el caso mío, los corruptos deben ir a las cárceles y tendrán que pagar sus penas de manera completa y no pueden volver a ejercer cargos públicos jamás en su vida. Esa sería para mí la determinación frente al tema de los corruptos.

SEMANA: Petro dice que sacar a los corruptos de las cárceles sería lograr una reconciliación como país, ¿qué opina de esas declaraciones?

J. M. R.: Para que haya reconciliación en un país, para que haya paz, tiene que haber justicia, donde no opere la justicia se enloquece la sociedad entera porque se altera la tabla de principios y valores donde fundamentalmente el culpable va a la cárcel y el inocente está libre en la sociedad.

SEMANA: ¿Cree que este perdón social generaría impunidad en los casos de corrupción en Colombia?

J. M. R.: Totalmente, es una impunidad a la corrupción y obviamente la puerta abierta a que el Estado de la politiquería no erradique, sino que por el contrario se acentúe en una sociedad.

SEMANA: En su caso, ¿cómo enfrentaría la corrupción si llega a la Presidencia, cuál sería esa condena ejemplar?

J. M. R.: Un corrupto, dependiendo del daño que le haya causado a la sociedad, así no debería ser su pena, en proporción al daño que le haya causado a la sociedad y eso incluye no solamente pagar una pena intramuros, sino obviamente nunca más ejercer un cargo público y esa debería ser la línea mínima que deberíamos tener frente al tema de los corruptos en Colombia.

SEMANA: ¿Cree que electoralmente esta idea a Petro le jugó en contra?

J. M. R.: Totalmente. Pienso que le han salido varias cosas en contra. Primero, la clase política que él tanto criticó, casi que rogándole para que lo apoye. Juntándose con aquellos que tanto criticó por los temas de politiquería y corrupción, teniéndolos ahora como principales aliados en su campaña. Y por otro lado, generar una expectativa frente a los temas económicos que no va a poder cumplir, que obviamente genera frustración en el pueblo colombiano.

Por eso Petro nunca podrá ser presidente de Colombia, porque no le pertenece a la gente trabajadora, honesta, que tiene capacidad de sacrificio por sacar adelante una familia en una sociedad, cosas a las cuales el señor Petro se opone completamente para generar la expectativa de que la ciudadanía no dependa de su capacidad de sacrificio, de esfuerzo y de trabajo, sino que dependa de él como presidente y de un Estado que, entre comillas, juega a ser el Estado que les va a dar todo a los ciudadanos y que les va a dar todo gratis a los ciudadanos, lo cual es una gran mentira y ha sido el fracaso de Venezuela, el fracaso de Nicaragua.

Y no, de ninguna manera será el fracaso para Colombia porque él nunca llegará a la Presidencia de la República, pues los colombianos son de preferir opciones que prefieran la libertad, la capacidad y oportunidad para todos los colombianos.

SEMANA: Usted es una persona religiosa, cristiana, ¿qué cree que es necesario para una reconciliación en el país?

J. M. R.: La reconciliación arranca por respetar el derecho a las víctimas del conflicto armado, que ellas sean realmente respetadas y sean resarcidas en sus derechos más básicos, que los victimarios no estén ocupando cargos de privilegios, sino pagando como debe ser por la maldad, por el terrorismo, por las muertes, por los asesinatos que cometieron contra la sociedad colombiana. Y yo creo que en ese orden de ideas, cuando esos dos elementos se dan, podemos hablar de reconciliación porque se fundamenta en la verdad y se fundamenta en la justicia.

La reconciliación se da cuando se acaba, se elimina el discurso de odio, de resentimiento y de enemigo interno que han querido vender la extrema izquierda colombiana, simplemente con el ánimo de exacerbar los odios, especialmente en algunos jóvenes o en algunas partes de la sociedad con el fin de quedarse con la votación de esa población.

SEMANA: Cree que según lo que ha dejado ver el petrismo y lo que representa el candidato, ¿él y sus líderes están listos para un perdón y una reconciliación?

J. M. R.: El lenguaje de la abundancia del corazón habla por la boca. Cuando usted escucha ese lenguaje de odio permanente, sembrado entre trabajadores y empresarios, ese lenguaje de odio que ellos manejan frente a aquellos que tenemos una fe cristiana, ese lenguaje de odio que ellos manejan frente al tema de acabar con la vida en el vientre materno, pues no puedo ver un lenguaje que al menos por esa alternativa política pueda invitar a la reconciliación.

Pienso que tiene que ver con verdad, justicia y con el respeto hacia las demás personas, independientemente de cualquier situación. Esa es la línea de lo que estamos proponiendo de nuestra candidatura presidencial. Es una reconciliación en Colombia basada en la justicia a favor para las víctimas y la justicia de la nación para los victimarios.

Creo que eso es una iniciativa de reconciliación y añadiría un reencuentro entre toda la sociedad colombiana que está en la legalidad de saber que todos cabemos en el país, pero tenemos que excluir el lenguaje de odio y resentimiento entre el pueblo colombiano.