No para el conflicto en la Universidad Nacional en torno a la elección como nuevo rector de José Ismael Peña, en medio del paro indefinido que tiene paralizada a la alma mater y las protestas constantes en rechazo a su designación. Ahora, profesores del ente educativo presentaron una demanda en la que solicitan que sea anulado este nombramiento.
Leopoldo Múnera, Alberto Yepes y Rodrigo Uprimny, docentes de la Nacional, fueron los encargados de presentar la demanda y el recurso fue elevado ante la sección quinta del Consejo de Estado.
Con esta acción, los demandantes buscan que se impugne la validez del proceso en el que Peña fue escogido para dirigir la universidad más importante del país.
Un hecho que genera expectativa sobre las posibles repercusiones y decisiones que pueda tomar tanto el Consejo de Estado como la propia Universidad como respuesta a las disputas legales y administrativas.
El comunicado señala que si bien Leopoldo Múnera consiguió la mayoría de los votos en las elecciones no vinculantes, el Consejo Superior Universitario (CSU) “eligió a Peña el 21 de marzo y se abstuvo de dar cualquier explicación de esa decisión, pues optó por el voto secreto”.
Resaltaron, además, que el CSU carecía de autoridad para alterar las normas electorales establecida.
En el documento también resaltan su desacuerdo respecto al método que se usó para la votación, el recuento Borda o voto ponderado, por su carácter inédito en este contexto.
El sistema descarta a tres candidatos en dos rondas y luego procede con una votación directa. “Eso se hizo sin haber enviado previamente a la sesión una explicación de esta metodología, radicalmente nueva y cuyas implicaciones no son fáciles de comprender en forma inmediata”, expresan en el comunicado.
Los profesores indican en su misiva que hay literatura académica respecto a las dudas en la eficacia del método empleado para la elección del rector, porque sigue la regla de mayoría y favorece, más bien, al candidato con el menor nivel de rechazo entre el cuerpo elector.
También mostraron su inconformidad por los encuentros previos que no se divulgaron de manera oficial de cinco integrantes CSU antes de la votación del 21 de marzo, al ignorarse los resultados de una consulta universitaria expresada en las urnas, en la que Múnera era el ganador.
“Los cinco consejeros que apoyaron el voto secreto y el método Borda de eliminación y que en la segunda ronda calificaron a Múnera como la peor opción se habían reunido privadamente tres días antes para discutir entre ellos acerca de esta elección, sin invitar a la ministra ni a las dos delegadas presidenciales”, afirmaron.
Un hecho que evidencia, para los docentes, una falta de transparencia y posiblemente una predeterminación del resultado electoral.
Ante lo expuesto en el documento, los demandantes ponen en evidencia que los cinco consejeros parecían tener un objetivo claro: impedir que Múnera alcanzara la rectoría.
“Querían evitar que Múnera fuera rector, pero no querían aparecer públicamente con esa posición, pues era irse demasiado en contra de la consulta a los estamentos académicos”, afirmaron.
La tensión se generó en la universidad debido a que el profesor Múnera no resultó electo para la rectoría y manifestó su decisión de optar por la desobediencia civil. La situación ha generado que el propio presidente Gustavo Petro se pronunciara frente al tema.
“Ya tenemos la principal universidad del país parada y el Gobierno nacional va a tomar decisiones”, dijo Petro desde Pereira este jueves.